_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

1986

No bien ensimismados los ecos de la reflexión sobre 10 años sin Franco y por tanto sobre Franco se nos echa encima 1986, año de la conmemoración del 50º aniversario del estallido de la guerra civil Los 10 años de posfranquismo han dado lugar a un falso debate sobre Franco, al que los antifranquistas acudían con el lirio en la mano o con una voluntad de no menear el residuo y en cambio los franquistas iban con el propósito de sacar la estatua en procesión y de paso dejar de merodear ellos mismos por el desierto político.También alguna declaración, desafortunadamente emitida o des afortunadamente recogida, del jefe de Gobierno socialista se ha sumado a la no beligerancia de la España democrática contra el que fue su gran verdugo del siglo XX; así como suena y como consta. Es cierto que la vivencia española bajo Franco es poco y mal conocida, entre otras causas porque el propio franquismo se encargó de trucar los espejos y tapiar las ventanas. Pero los valores negativos fundamentales de la experiencia son comprobaciones históricas objetivables: la barbarie, la crueldad, la prepotencia analfabeta, el aplazamiento de las grandes cuestiones de fondo de la convivencia española.

Para cualquier español que tuviera menos de 10 años en 1975, Franco ha pasado por 1985 como un anciano personaje "por estudiar", del que, por tanto, debe aplazarse el juicio histórico. Los historiadores lo han cogido con pinzas científicas y los políticos con pinzas electorales. La ciencia es una vieja puta (con perdón de las putas) que cuando se aplica a la historia olvida los gritos demasiado concretos y los apellidos de las víctimas más innumerables. En cuanto a algunos políticos, son capaces de vender su alma al diablo institucionalista o de ponerla en venta a cambio de los votos que les puedan venir del franquismo sociológico. Cuidado con unos y con otros en este año de gracia de 1986 en el que 50 años de Alzamiento Nacional o 50 años de Alzamiento Antidemocrático están en juego y, con uno u otro adjetivo, la posibilidad o imposibilidad de que la historia conserve un cierto sentido de la orientación moral.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_