Conflicto en la región subsahariana
El grave problema latente de los conflictos fronterizos entre numerosos Estados del Tercer Mundo (fundamentalmente los del continente africano) ha aflorado súbita y violentamente a la superficie con los enfrentamientos armados de los últimos días entre dos Estados africanos que se cuentan entre los más pobres y olvidados del mundo: Mali y Burkina Faso.El contencioso fronterizo persiste desde 1960, año en que accedieron a la independencia la mayoría de las colonias francesas de África, entre ellas el Sudán francés (hoy Mali) y Alto Volta (hoy Burkina Faso). Tuvieron enfrentamientos armados en 1974 y 1975, aunque de escasa importancia.
En octubre de 1983, Burkina Faso accedió a levantar su veto a la entrada de Mali en la Unión Monetaria de África Occidental -organización que agrupa a Estados con una moneda común, el franco CFA- a cambio de que el Gobierno malino aceptara presentar la diferencia fronteriza ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El estallido violento pone una vez más de manifiesto lo artificiales y poco consistentes que son muchas de las divisiones administrativas heredadas de la época colonial, cuando se trazaron límites entre los diversos dominios coloniales sin tener en cuenta las realidades geográficas y las divisiones étnicas de los pueblos asentados sobre esos territorios.
La zona del norte de Burkina Faso reivindicada por Mali corresponde a la región semidesértica del Sahel (franja sur del desierto del Sáhara), devastada por la sequía, y está escasamente poblada, aunque parece ser que es rica en minerales (muy cerca se encuentran las ricas minas de manganeso y tambao).
La frontera entre los dos Estados (al igual que sucede en el resto de África) se trazó a través de los territorios de grupos étnicos significativos, como los senufo y los mandé. Esta situación no ha dejado de ocasionar problemas a la hora de definir cada nacionalidad.
Otro aspecto de la desavenencia entre Mali y Burkina Faso se debe a los diferentes puntos de vista que mantienen respecto al asunto Diawara. Se trata de un antiguo ministro de Costa de Marfil encarcelado en Uagadugu (capital de Burkina Faso) por haber sustraído fondos de la Comunidad Económica de África Occidental (CEAO), organismo internacional al que pertenecen ambos Estados. El Gobierno de Uagadugu está decidido a que Diawara sea juzgado por un tribunal popular revolucionario, mientras que algunos responsables políticos de otros países de la CEAO temen que se tire demasiado de la mnta.
No conviene olvidar además que Burkina Faso practica desde hace dos años y medio (revolución del 4 de agosto de 1983, que llevó al poder al capitán Sankara) una política antiimperialista y de alianza con países nada prooccidentales (como Libia, Ghana, Cuba, etcétera), lo cual molesta bastante a su antiguo protector, Francia, a cuyo jefe de Estado hizo el feo de no asistir a la 12ª cumbre franco-africana (París, diciembre de 1985).
Por el contrario, Mali, gobernado por Mussa Traoré desde el golpe militar de 1968, ha ido derivando desde unos planteamientos socialistas iniciales hacia la derechización política y el liberalismo económico auspiciado por el Fondo Monetario Internacional.
Como vemos, dos modelos bien diferentes, y enfrentados.-
Licenciado en Geografía.
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