El inglés que fue derrotado en las Malvinas
Hábil diplomático que logró una solución para la independencia de Zimbabue y el desbloqueo del contencioso hispano-británico de Gibraltar con el acuerdo de Lisboa de 1980, Peter Alexander Rupert Smith, sexto barón de Carrington, fue el único inglés que perdió la guerra de las Malvinas, al tener que dimitir como secretario del Foreign Office (ministro de Asuntos Exteriores) el 5 de abril de 1982 para salvar políticamente a la primera ministra de su país, Margaret Thatcher.Aquel revés no supondría el final de su carrera: a finales de junio de 1984, lord Carrington accedía a la secretaría general de la OTAN. Margaret Thatcher lo apoyó para ese puesto. El Gobierno español, por su parte, también respaldaba aquel nombramiento. La diplomacia de España guardaba, y guarda, buen recuerdo de Carrington: fue él, con el entonces ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, quien alcanzó un principio de entendimiento sobre el contencioso de Gibraltar.
Mejor que Luns
Para España, además, casi cualquiera podía resultar mejor secretario general de la OTAN que el holandés Joseph Luns. La incontinencia verbal del predecesor de Carrington había llegado a resultar muy molesta para el Gobierno de Madrid. Luns, que durante 12 años administró la OTAN, había llegado a pedir públicamente, en enero de 1984, que se retrasara "al máximo" el referéndum sobre la permanencia en la Alianza Atlántica, después de haber afirmado, justo tras la victoria electoral del PSOE, en 1982, que España tenía ya "los dos pies dentro de la OTAN".
Carrington, fino diplomático, tiene poco en común con su predecesor. Conservador por familia, lord Carrington nació en Londres el 6 de junio de 1919, y se formó en la Real Academia Militar de Sandhurst. En 1938 entra en la Cámara de los Lores. Beneficiándose de un escaño vitalicio, el actual secretario general de la OTAN no tuvo nunca que participar en luchas electorales.
En 1951 fue el ministro más joven del Gabinete conservador que administraba en aquel momento el Reino Unido, al frente de la cartera de Agricultura. Años más tarde, en 1956, lord Carrington sería nombrado alto comisario (embajador) en Australia, y tres años después lord del Almirantazgo.
Durante los años siguientes siguió la avalancha de cargos sobre Carrington: ministro sin cartera y líder de la Cámara de los Lores en 1963 y 1964. Desde entonces, y hasta 1970, lord Carrington se vio apartado del poder, ocupado por los laboristas hasta ese año.
Con la vuelta de los conservadores al Gobierno del Reino Unido pasé a llevar la cartera de Defensa, y luego la presidencia del Partido Conservador, hasta que en 1979 Margaret Thatcher le hiciera secretario del Foreign Office, último cargo que ostentaría en la Administración británica hasta que se convirtió en el único inglés que perdió la guerra de las Malvinas.
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