'Time' y la extrema derecha
En la página 12 de EL PAIS del domingo 22 de diciembre, en la sección Revista de la Prensa, dice Time que "la tradición muere difícilmente en España". Yo pienso al respecto que no hay que dejarse impresionar porque 100.000 personas de toda nuestra tierra, pertenecientes a la extrema derecha, convocadas al paseo de la Castellana de Madrid por sus propias inclinaciones políticas en el décimo aniversario de la muerte de Franco, puedan dar la impresión de que en la antigua Iberia abundan de manera exorbitante los ultras, los partidarios de las dictaduras totalitarias, tanto nacionalsocialistas como fascistas, donde, como es sabido, no existieron jamás ni la libertad de expresión, ni la libertad de asociación, ni la libertad de cultos, etcétera. Ni mucho menos.El bando victorioso de la guerra civil española (ayudado, entre otros elementos, por 75.000 soldados italianos y otros 75.000 soldados marroquíes, aproximadamente, según el escritor Hugh Thomas), sus descendientes y partidarios fueron derrotados políticamente, de una manera contundente, en octubre de 1982 por la fuerza que en las urnas representó el PSOE. Aunque, si nos ceñimos exclusivamente a los señores que alzaban sus brazos con el saludo a la romana que figuraron en el paseo mencionado, hay que reconocer que los mismos no obtuvieron ni un solo representante para el Congreso de los Diputados en los comicios que indicamos.
Pasa a la página 10
'Time' y la extrema derecha
Viene de la página 9No caigan los lectores de esa magnífica publicación en el mismo error que tuvieron sus antecesores, también norteamericanos, de los años treinta, cuando consideraron, poco menos, que el bando republicano en la guerra civil española era solamente una sucursal de Moscú.
Ni la brigada Abraham Lincon fue íntegramente comunista, ni entonces eran muchos en España los comunistas de verdad, ni tampoco entonces ni ahora existieron o existen grandes cantidades de seguidores de las doctrinas de Adolfo Hitler y de Benito Mussolini, liquidadas afortunadamente por la fuerza de las armas al terminar la II Guerra Mundial.-
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