La CEE vaticia un choque brutal para la industria española

El tejido industrial español sufrirá a corto plazo un choque brutal como consecuencia de la desaparición de medidas proteccionistas que el Gobierno tendrá que eliminar tras la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea. Éstas son las conclusiones contenidas en un informe encargado por la Comisión Europea que data de septiembre. Este informe señala que es prácticamente imposible que el tratado de adhesión se cumpla sin renegociar el calendario de desarme arancelario, y, así, mantener la estructura productiva española.

Las conclusiones del estudio solicitado por la Comisión Europea se centran en señalar que la situación económica española es fundamentalmente frágil y que debe ajustarse, a la vez, para salir de la crisis y para proceder a la reestructuración industrial. El informe subraya que "las modificaciones de la competitividad del sector productivo español se deberán menos al cambio en los aranceles aduaneros -cuya incidencia va a ser progresiva- que a un cambio radical del sistema fiscal" con la implantación del IVA, que hará desaparecer la protección que suponían otros impuestos que actuaban como subvenciones a la exportación.Una consecuencia negativa del IVA es que el nuevo sistema será difícil de poner en práctica, y aún más cuando no ha tenido lugar el período de adaptación que debía haber precedido a su adopción definitiva. El informe señala como factor positivo de la aplicación del nuevo impuesto la reducción del fraude y de la evasión fiscal, que no debería sobrepasar un 32%. En cuanto a la incidencia del IVA en el aumento de los precios, es despreciable o incluso negativa sobre los productos industriales, pero los servicios, en cambio, se verán penalizados. El informe apunta a una incidencia de un 2% sobre los precios al consumidor.

El documento concluye afirmando que con la adhesión "hay que esperar que, por la lógica misma del mercado, haya una destrucción importante del tejido industrial en los sectores actuales" y por tanto sería sorprendente que "medidas de protección no vengan, en definitiva, a asegurar la supervivencia de estas empresas".

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