Moscú acepta la verificación in situ si Estados Unidos se suma a la moratoria de pruebas nucleares
La Unión Soviética está dispuesta a aceptar en su territorio algunas inspecciones internacionales que verifiquen la no realización de pruebas nucleares, si Estados Unidos se suma a la moratoria unilateral soviética, según la cual Moscú se comprometió a suspender sus explosiones atómicas hasta el 1 de enero de 1986. La propuesta, aparecida ayer en el periódico soviético Pravda, supone un intento de última hora para que Washington acepte la moratoria iniciada por la Unión Soviética el 6 de agosto pasado.
Aunque no se especifica en la propuesta, se desprende que ahora los soviéticos están dispuestos a permitir una inspección in situ.Las dificultades de verificación y la tesis de que Moscú lleva ventaja a Washington en la realización de las pruebas nucleares necesarias para sus propios programas de armamento han sido los argumentos esgrimidos por los representantes norteamericanos para rechazar la idea. Enfrentado con ella en Ginebra, Reagan respondió con el silencio, según dijo posteriormente Mijail Gorbachov en Moscú.
Hasta ahora, la URSS había insistido en la suficiente capacidad de los métodos de control nacional (detectores sísmicos y verificación vía satélite) para vigilar las eventuales pruebas nucleares. Gorbachov había dicho a finales de noviembre que los métodos nacionales habían permitido detectar una explosión nuclear de baja frecuencia realizada por EE UU sin notificación.
El líder soviético había manifestado entonces que la URSS estaba dispuesta a "examinar la posibilidad de un control internacional". La propuesta publicada por Pravda implica la aceptación de este control en unos términos que no quedaban definidos en el artículo, pero que implicaban la inspección territorial.
[La Casa Blanca aceptó ayer la oferta soviética de permitir algún tipo de inspección in situ de sus pruebas nucleares, pero rechazó la condición de que Washington debe unirse primero a la moratoria nuclear en todos sus experimentos.
El portavoz presidencial, Larry Speakes, dijo que debe quedar muy claro que Washington considera las dos cuestiones como cosas separadas. Speakes recordó también que Ronald Reagan había invitado a que la Unión Soviética enviara observadores a la zona experimental de Nevada. "Ellos pueden venir mañana, si lo desean", afirmó.]
Ir más allá
Esta semana, Gorbachov ha comunicado a los médicos Evgeni Chasov y Bernard Lown, ganadores del Premio Nobel de la Paz de este año, que la URSS está dispuesta a aceptar un control sobre el terreno. El artículo de Pravda reitera esta posición al afirmar que la URSS está dispuesta a ir más allá de la propuesta de Argentina, Grecia, México, India, Tanzania y Suecia, según la cual se crearían en sus territorios estaciones especiales de observación.La Unión Soviética, "en el caso de que entre en vigor una moratoria común sobre las explosiones nucleares, está a favor de llegar a un acuerdo con EE UU sobre algunas medidas de control sobre el terreno para eliminar la posibilidad de duda sobre la observancia de tal moratoria", señalaba Pravda. El "problema de control", decía el periódico, "no puede contemplarse como un obstáculo en el logro de un acuerdo sobre una moratoria común" y es "totalmente resoluble".
El artículo de Pravda deja claro que la URSS no mantendrá su moratoria unilateral más allá del 1 de enero si EE UU no se suma a la medida. "Si la Administración de EE UU continúa ignorando el llamamiento a la renuncia a las pruebas nucleares, ello conducirá a la pérdida de validez de la obligación soviética de mantener una moratoria unilateral después del plazo anunciado, del que queda muy poco tiempo".
Continuar las pruebas nucleares es, según la tesis soviética, una fuente de "crecimiento de la tensión y amenaza de guerra, una profundización de la desconfianza entre los pueblos". Si hay verdadera intención de detener la carrera de armamentos, la moratoria mutua no puede causar objeciones y su utilidad sería muy grande, afirmaba Pravda, que mencionaba dos tratados soviético-norteamericanos, de 1974 y 1976, respectivamente, no ratificados hasta el momento. El de 1974 establecía un límite de 150 kilotones para las explosiones subterráneas y el de 1976 regulaba las explosiones para usos pacíficos.
Las pruebas nucleares son, según Pravda, "un motor que impulsa la carrera de armamentos nucleares".
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