España se juega hoy en Bruselas importantes 'flecos' agrícolas en la negociación de adhesión

Los ministros de Agricultura de los doce se reúnen hoy en Bruselas y deben ultimar a toda prisa una serie de reglamentos y disposiciones que han de quedar fijadas antes del ingreso de España y Portugal, el 1 de enero. Es un "paquete tremendo" señaló el titular español, Carlos Romero, que consideró que éste es uno de los Consejos más importantes desde el punto de vista cuantitativo.

Entre los reglamentos que no se han podido solucionar a nivel de comités figuran, por ejemplo, temas de tan gran alcance como el régimen de intercambios agrícolas entre España y Portugal, los contingentes de exportación de Canarias a la CEE, cuestiones que afectan a los huevos, aves, tabaco, leche o diversos aspectos del sector de materias grasas, las zonas españolas que p9eclan recibir ayudas a la producción de trigo duro y el programa para adecuar el sector hortofrutícola español a la normativa comunitaria.Asimismo siguen sin solución la fijación de las denominaciones específicas y otras prácticas como la del coupage (mezcla de vinos tintos y blancos) de los caldos españoles, o las primas a percibir en España por el abandono definitivo de ciertas superficies de viñedo. Todos estos temas han de quedar resueltos antes del 1 de enero de 1986, por lo que Romero no excluyó otra futura reunión comunitaria.

La reunión ministerial, sin embargo, se concentrará principalmente en los debates sobre la reforma de la política agrícola común (PAC), sobre la que la Comisión presentó ayer unas nuevas orientaciones tras su libre, verde de julio de 1985.

Para evitar los excedentes, reducir el impacto presupuestario y a la vez mantener los ingresos de los agricultores, la Comisión propugna, tras las consultas llevadas a cabo con los Gobiernos y el sector, una serie de medidas entre las que destaca una política más restrictiva de los precios y una limitación de las intervenciones comunitarias.

Así, el instrumento principal sería la, política de precios, pues en general los agricultores se muestran contrarios a la introducción de cuotas de producción para evitar los excedentes. Esta limitación de los precios no vendría acompañada de un sistema generalizado de ayudas directas a los ingresos, sino, si acaso, de ayudas temporales puntuales. Se ampliaría también el sistema de corresponsabilidad según el, cual los productores participan en los costes ocasionados por los excedentes.

La Comisión propugna que la intervención de la CEE en la garantía de precios vuelva a su objetivo inicial: ser una red de seguridad y no un destino fácil para las producciones.