Más sutiles que locos

El cuarteto británico Imínaculate Fools inauguró en concierto la sala Zona Madrid, por el momento único recinto de la capital española que va a ofrecer una continuidad de actuaciones nacionales e internacionales. En los últimos meses solamente han existido locales pequeños, para un número muy reducido de público y que atendían sobre todo a grupos noveles.Este grupo de dos hermanos Weatherill y dos hermanos Ross ya había actuado en mayo de este año y fuera de los conciertos de San Isidro. Presentaron su primer álbum, Corazones afortunados, y el sonido nítido, agradable, casi perfecto de las voces y la instrumentación -que sorprendió a tantos en aquella su primera apancion- se repitió en la segunda.

Empezaron con la versión al piano de su canción más conocida, Immaculate fools, y en seguida arrancaron con sus sencillos acordes de guitarras a un ritmo muy pop, alimentado en algunas frases por el estilo country, derivado quizá de la música original de mediados de los sesenta de The Byrds, influencia muy común entre los grupos más noveles.

Kevin Weatherill, el cantante y compositor principal, escribe temas de melodías fáciles y que si se acercan al tiempo medio o suave alcanzan mejor la percepción del oyente. Los asistentes se manifestaron felices cuando corearon y se movieron al compás tenue de la segunda recreación de Locos inmaculados.

Punteos sensuales

Andy Ross demostró mayor sentido musical que sus compañeros. Añadía a la simpleza de los temas la brillantez de sus punteos de guitarra, breves pero muy sensuales, además de arpegios y otros adornos que lograba gracias al uso de seis pedales y un sintetizador.El bajo y la batería, cuyos sonidos se escucharon con claridad, cumplieron su cometido rítmico sin lucimiento. Y es que las canciones de Inmaculate Fools carecen de garra, de guitarras rompedoras, y expresan más bien un sentimiento introvertido, una energía contenida.

Alguien llegó a exclamar: "¡Marcha!", y los cuatro músicos británicos acertaron en la última media hora con una serie de sus piezas más animosas, de las que algunas se incluirán en el segundo disco, Dont drive the hope from my heart, Dumb poet, As the crow flies, y en la segunda repetición, T-Shirt y One minute. El apego a nuestro país puede acentuarse si sus proximas grabaciones no logran cuajar en la audiencia anglosajona. Como fuere, Immaculate Fools serán bien recibidos.