Una 'gestión interesada' será la fórmula de explotación taurina de Las Ventas
El pleno de la Comunidad de Madrid aprobará el próximo viernes la convocatoria de concurso, y el pliego de condiciones para la explotación de la plaza de toros de Las: Ventas, que se hará en régimen de gestión interesada. El adjudicatario de la plaza y la propiedad de la misma -que es la Comunidad- irán al 50% de pérdidas y ganancias, si bien ésta garantiza un mínimo del 20% de la recaudación bruta de la feria de San Isidro al hospital Provincial, en cuyo beneficio administra el coso y mantiene la titularidad del monopolio de la fiesta de toros de Madrid.
En dicho reparto de pérdidas y ganancias entrarán además de las correspondientes a la organización de los espectáculos, los cánones que se perciban por la explotación de los bares, alquiler de almohadillas y otros servicios de la plaza.La Comunidad empleará parte de los beneficios que obtenga en la promoción de los, toros en Madrid y su ámbito autonómico, y en instalaciones y reorganización de la escuela taurina. El pliego de condiciones abre a los candidatos a empresarios de la plaza la posibilidad de que hagan propuestas respecto a mejorar los carteles fuera de feria, terminar con la corruptela de la reventa, promoción de la fiesta en la Comunidad y apoyo a la escuela taurina.
Sin embargo, en lo que más directamente, importa a los aficionados, que es el diseño general de la temporada, el pliego es el más regresivo de cuantos se han conocido en toda la historia de la plaza de Las Ventas. Pues con independencia del abono de San Isidro -que fija en un mínimo de 14 corridas de toros- ,deja a criterio del empresario acortar la temporada, si esa es su voluntad, ya que no le fija fechas, concretas de comienzo y terminación; y en lo que se refiere a los días festivos, señala un ambiguo "organizará espectáculos taurinos", que lo mismo pueden ser corridas, como festejos cómicos o de cualquier otra índole.
El pliego vigente hasta el presente año y los anteriores, determinaban la duración mínima de la temporada y, dentro de ella, obligaban al empresario a dar corridas de toros o novilladas picadas todos los días festivos.
Innovaciones regresivas
El pliego que conocerá el próximo pleno de la Comunidad, coincide, en estas innovaciones regresivas, con el criterio de Manuel Chopera, a los ámbitos empresariales dan como seguro adjudicatario de Las Ventas. Este empresario manifestó que no tiene sentido montar corridas durante el mes de marzo, pues hace frío, acude poco público y son deficitarias.Argumentaba, además, que este año hay carestía de toros, con la consiguiente repercusión negativa en la organización de los festejos. Al sugerirle que podría dar novilladas -como, por otra parte, siempre fue habitual en Las Ventas en esas fechas-, respondió que la gente no quiere ir a las novilladas, y menos en marzo.
La Comunidad de Madrid olvida que si bien la feria de San Isidro tiene gran atractivo, el aficionado medio madrileño satisface su afición en los festejos de los domingos y días festivos, que es cuando, por sus obligaciones laborales, puede ir a los festejás taurinos.
Los indudables propósitos de promoción de la fiesta que animan a la Comunidad ofrecen el contrasentido de que, en lo fundamental, que es la temporada, empiezan por un notable empobrecimiento cuantitativo de la misma.
La vigencia del contrato de arrendamiento -por tanto, de esta situación- será tres años, prorrogables dos más, con sustanciosas garantías económicas y organizativas para el empresario, que no se corresponden en absoluto con las que recibe el aficionado. Durante este tiempo, la Comunidad, que no intervendrá en la gestión, hará un seguirniento de la misma a fin de adquirir experiencia, para llevar a cabo la gestión directa cuando finalice el contrato que se firmará a finales de enero.
Babelia
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