Las esculturas de Picasso

Ante el artículo aparecido en EL PAÍS del 4 de diciembre de 1985, firmado por sl señor Calvo Serraller, la Dirección General de Bellas Artes y Archivos, del Ministerio de Cultura, se ve en la obligación de aclarar algunos puntos contenidos en el mismo.1. Afirma el señor Calvo Serraller que las gestiones para la reclamación del lote de esculturas comenzaron con motivo "de la restitución del Guernica", lo cual es, sin lugar a dudas, una manifestación completamente errónea. La búsqueda llevada a cabo en los archivos de la guerra civil por el entonces director general de Bellas Artes únicamente dio los frutos conocidos por todos y publicados en el correspondiente catálogo Guernica-legado Picasso. (...)

2. Resueltos favorablemente los trámites del Guernica, el entonces director general de Bellas Artes meramente inició en aquel momento algunas gestiones, culminadas recientemente, como todos sabemos, con la restitución de la Dama oferente. Pero esta recuperación nunca se basó en la existencia de ningún documento, puesto que, lo mismo que el Guernica, se trataba de un legado expresamente hecho por Picasso y sus herederos, como ya es de sobra conocido. ( ... ) Era, además, de todo punto imposible que en el momento de los trámites del Guernica se iniciara ninguna reclamación sobre estas cuatro esculturas, puesto que los fondos documentales del archivo de Salamanca que incluían las pruebas ahora encontradas no habían sido inventariados ni catalogados hasta este mismo año de 1985.

3. Por supuesto, era de sobra conocido que Picasso presentó un cierto número de esculturas en el pabellón de París. No obstante, en las decenas de publicaciones existentes todo son errores, vaguedades y confusiones en lo que se refiere a la cantidad de obras presentadas. Solamente hace unos pocos años, y gracias a la investigación del profesor Femando Martín, de la universidad de Sevilla, ha podido establecerse cuáles fueron exactamente las esculturas expuestas. ( ... )

4. Nada ha sído fruto de la casualidad ni de la improvisación, pues este tema entra en el conjunto de una investigación que la Dirección General de Bellas Artes y Archivos lleva a cabo sobre el conjunto de aquel pabellón con el objeto de recuperar todo aquello que sea posible.

5. Por último, cabe decir que ante un asunto como éste, en el que está implicado un país amigo al que nos unen excelentes relaciones -además de con la propia familia de Picasso, que siempre ha apoyado las aspiraciones del pueblo español-, todos debemos operar con la más exquisita prudencia, ahora desgraciadamente entorpecida por una intempestiva e inexacta filtración a la Prensa.

Con independencia de ello, y aparte de las posibles razones que legalmente asisten al Gobierno español para establecer cualquier reclamación, nuestro deseo es -dadas aquellas buenas relaciones con el país vecino- que sobre tales razones jurídicas prevalezcan siempre los términos del buen entendimiento y la negociación amistosa- Director general de Bellas Artes y Archivos.