Shultz advierte sobre un posible endurecimiento económico con vistas a Europa
El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, avisó a sus aliados de la OTAN y a la CEE que la necesidad, impuesta por el Congreso, de reducir el déficit del presupuesto estadounidense se podría traducir en medidas comercialmente duras para Europa y en la necesidad de que Europa occidental ponga más medios a disposición de la Alianza Atlántica si Estados Unidos puede poner menos.El belga Leo Tindemans le replicó que si calle de doble sentido ha de haber, tenía que ser para todo, y le recordó que hay 400 empresarios norteamericanos que han visitado Moscú y que EE UU tenía que relajar las reglas de exportación hacia el Este de material sensible decididas en el seno del Comité de Coordinación de las Exportaciones (COCOM), al que pertenecen todos los países de la OTAN, España incluida, más Japón.
En este sentido, según el ministro español Fernández Ordóñez, se habló en la reunión de las consecuencias económicas que puede tener el fenómeno de la distensión y de la necesidad de que los problemas comerciales que se planteen entre EE UU y la CEE no distorsionen la estrategia y la política de la OTAN
El propio Shultz reconoció que "los esfuerzos domésticos en EE UU para reducir el déficit presupuestario" pueden afectar a los recursos de que se disponga para llevar a cabo la política exterior de Estados Unidos. Pero esta reducción del déficit estadounidense era lo que pedían los europeos.
Por la tarde, como ya es tradicional en estos encuentros de la OTAN en diciembre, Shultz, encabezando una nutrida delegación norteamericana, tuvo una sesión de trabajo con las altas jerarquías de la Comisión Europea, cuyo presidente, Jacques Delors, señaló que el año se termina bajo mejores auspicios que el anterior".
La Comisión entregará hoy a EE UU una lista de lo que considera prácticas comerciales desleales por parte de Washington. Shultz avisó de que en los próximos meses podrían surgir algunos problemas comerciales explosivos entre Estados Unidos y la CEE.
Éste ha sido un año de grandes tensiones comerciales entre1as dos orillas del Atlántico. Algunos problemas -como el acero, la pasta o las frutas en conserva- se han solucionado temporalmente. Otros están aún pendientes, como los del calzado, el vino o los cereales.
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