El Gobierno expulsa a cuatro funcionarios cubanos que intentaron secuestrar a un refugiado en España

El Gobierno español decidió en la madrugada de hoy la expulsión de nuestro país del vicecónsul de Cuba en España, Ángel Alberto León Cervantes, y otros tres funcionarios de la Embajada cubana en Madrid, tras haber sido detenidos por intentar secuestrar ayer a un alto funcionario de Cuba que había solicitado recientemente asilo político en territorio español. Manuel Antonio Sánchez Pérez, a quien intentaron secuestrar en pleno centro de Madrid y a escasa distancia del Ministerio del Interior, fue miembro del Comité Estatal de Abastecimiento Técnico y Material del organismo central de la economía cubana.

Según la emisora Radio Martí, que trasmite a Cuba desde Washington y Miami, este funcionario era jefe del departamento de materiales para la construcción de la Junta Central de Planificación de Cuba (Juceplan). Según fuentes policiales españolas, este funcionario tenía rango de viceministro en su país, en su condición de director de planificación.En círculos de exiliados cubanos en Madrid se difundió ayer la hipótesis de que Manuel Antonio Sánchez Pérez era el encargado de las finanzas de los servicios de inteligencia de La Habana para Europa y mantenía contactos con la Embajada de Estados Unidos en Madrid. Estas fuentes explicaron que había visitado la embajada norteamericana o estaba a punto de hacerlo cuando sufrió el intento de secuestro. También añadieron que su nombre no figuraba entre las listas de cubanos asilados en España o pendientes de este trámite.

Un portavoz de la embajada norteamericana se limitó ayer tarde a afirmar que éste era un asunto que sólo incumbía a las autoridades españolas. Este mismo portavoz se negó a responder si era verdad o no que Sánchez Pérez había estado en contacto con la representación diplomática estadounidense en Madrid.

Armados con pistolas

Los detenidos son el vicecónsul de Cuba en España, que llevaba una pistola del calibre 9 milímetros corto; Abelardo López Hernández, administrativo de esta sede diplomática, a quien se le intervino una pistola del calibre 38; Ramón Burroto Chávez, también administrativo, y Ventura Ventura Torrientes, profesor auxiliar de la citada embajada.

El alto funcionario cubano, que solicitó asilo en España el pasado día 18 de noviembre en las dependencias de la Comisaría General de Documentación, situada en la calle de Rafael Calvo, fue interceptado por los cuatro funcionarios de la Embajada de Cuba en Madrid a diez metros de la entrada de una oficina del Banco Comercial Transatlántico, a la altura del número 16 del paseo de la Castellana, casi frente al Ministerio del Interior.

En ese momento, 10.40 horas, Manuel Antonio Sánchez comenzó a gritar, pidiendo auxilio, y requirió la ayuda de los transeúntes. Según testigos presenciales, los funcionarios de la embajada cubana obligaron a Manuel Antonio Sánchez a entrar en un vehículo, tras golpearle en el rostro, lo que le hizo sangrar abundantemente por la boca y perder dos dientes. Un guardia jurado de una empresa de seguridad observó el incidente y se apresuró a ayudar al agredido: "Yo ví que estaban armados, por eso quité el seguro de mi pistola sin, llegar a desenfundar".

El citado guardia jurado pidió la documentación a los agresores, que decían ser policías, y trató de evitar, al igual que los transeúntes, que el exiliado cubano fuese introducido a la fuerza en un Peugeot 205, matrícula de Madrid, que, según uno de los trabajadores del aparcamiento del mismo edificio, llevaba estacionado en ese mismo lugar desde primera hora de la mañana.

El maletín

Manuel Antonio Sánchez Pérez, .un hombre de unos cincuenta años, corpulento y de pelo blanco" según los testigos presenciales del hecho, no cesaba de gritar: "¡El maletín, el maletín, el dinero me da igual, pero que no se lleven los documentos!". El citado maletín con el que salió del banco -que tiene servicio de cajas de seguridad- ya había sido introducido por los supuestos secuestradores en el coche.

La intervención del guardia jurado desató, según sus propias palabras, la colaboración de los viandantes, que se agolparon contra el coche para evitar que emprendiera la fuga. Instantes después dos taxistas bloquearon con sus vehículos la salida a la circulación del coche de los secuestradores, mientras algunos transeúntes forcejeaban con los funcionarios cubanos para intentar extraer del Peugeot 205 al exiliado.

"Yo ví", añade el guardia jurado, "cómo uno de ellos apuntaba con su pistola el costado del cubano". "Sé que era de esa nacionalidad porque, mientras le zarandeaban, se le cayó en la puerta del parking el pasaporte de Cuba", explica otro testigo.

Después de forcejeos con los secuestradores, los transeúntes lograron sacar del vehículo al exiliado cubano. Un empleado del quiosco de prensa próximo al lugar explicó que no consiguieron llevarse al hombre "porque unas treinta personas se amontonaron delante del vehículo y evitaron que se lo llevaran". El guardia jurado cuenta: "No sabíamos quién era, pero, tal y como estaba gritando, se veía que estaba angustiado de verdad".

Cuando consiguieron separarlo de los secuestradores, Manuel Antonio Sánchez fue introducido en el edificio Cúspide -en el que se encuentra la Embajada de Bélgica-, donde explicó a los presentes la importancia de los documentos que contenía el maletín. Pocos minutos después, la Policía Nacional detuvo a los secuestradores, que permanecían rodeados por transeúntes, y se llevó a Manuel Antonio Sánchez para que prestara declaración sobre lo ocurrido. Según los testigos, el exiliado logró recuperar su maletín.

Hasta el momento, fuentes oficiales no han informado sobre qué tipo de documentos llevaba el exiliado en el maletín, pero se precisó que portaba un cuarto de millón de pesetas. Los cuatro funcionarios cubanos fueron interrogados en las dependencias de la Brigada Regional de Información, que dirige el caso, y fueron puestos a disposición judicial alrededor de las 20.30 horas de ayer.

El magistrado de guardia, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid, José María Bento Company, manifestó a este periódico telefónicamente que debería estudiar el expediente de solicitud de expulsión del Gobierno y también si algunos de los detenidos pueden ser sometidos a la jurisdicción española, al no gozar de estatuto diplomático, y precisó que no podía ofrecer más información hasta estudiar detalladamente el caso.

La visita del cónsul

A la 1.55 de esta madrugada el vicecónsul de Cuba y los tres funcionarios terminaron de prestar declaración en el juzgado de guardia, al que llegaron a las 20.30 horas. Sobre las 22.10, el cónsul de Cuba en España llegó al juzgado para interesarse por el estado de los detenidos, permaneciendo en el mismo alrededor de diez minutos. A las 23.30 volvió el cónsul con la correspondiente documentación sobre la inmunidad diplomática de los funcionarios.

El juez ha autorizado su expulsión en virtud de los artículos 21.2 y 26.3 de la ley de Extranjería, que tiene un margen de plazo de 40 días para que la Dirección General de la Seguridad del Estado la haga efectiva. El juez no aceptó la inmunidad diplomática al estimar que los detenidos no estaban ejerciendo en esos momentos su condición de funcionarios.