La bajada de la gasolina
El Gobierno se merece un buen aplauso por su decisión de bajar el precio de la gasolina en seis pesetas a partir de hoy. Pero para hacerse merecedor de una ovasión debería completar la faena con el anuncio a plazo fijo del fin de la distribución monopolística de este carburante. Todavía sigue siendo una pequeña odisea encontrar en las ciudades y en muchas carreteras un surtidor de gasolina. Si los supermercados, los talleres o los restaurantes de carretera pudiesen expender gasolina sin pasar por el distribuidor único, aumentaría el empleo y el usuario ganaría en comodidad. (...)
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