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Restos arqueológicos de Lugo, amenazados por unas obras

Polémica ciudadana por la construcción de tres estacionamientos subterráneos

El comienzo de las obras de construcción de tres estacionamientos subterráneos en Lugo ha desencadenado una oposición generalizada en la que participan, por diferentes razones, partidos políticos, asociaciones ciudadanas, profesionales y ecologistas y particulares. Unos sectores critican el inicio simultáneo de las tres obras por su repercusión sobre el tráfico; otros muestran su preocupación por el peligro que se cierne sobre los restos arqueológicos que, presamiblemente, dejarán al descubierto las excavaciones. Al tiempo, comerciantes e industriales aseguran que las obras dañarán los negocios navideños.

La prensa local se ve estos días desbordada ante la avalancha de protestas de los lucenses contra la construcción de tres estacionamientos subterráneos en las plazas de Santo Domingo, Constitución y del Ferrol. A ellas se unen las de partidos políticos y asociaciones ciudadanas, profesionales y ecologistas.A juzgar por el movimiento de rechazo en Lugo, casi nadie parece estar conforme, aunque sea por diferentes motivos, con la realización de los estacionamientos, pese a los problemas que su falta acarrea y a que se crearán 800 plazas con una inversión de 500 millones de pesetas.

La polémica suscitada coincidentemente a la adjudicación de la de construcción y explotación de los estacionamientos, que pudo realizarse gracias al apoyo de los concejales de Coalición Popular y Coalición Galega, mientras que socialistas e independientes aseguraban que no estaban claros los argumentos en los que se basaba, se ha reavivado con mayor intensidad meses después, coincidiendo con el inicio de las obras. Desde que comenzaron los trabajos preparatorios, la vida ciudadana lucense gira en torno a este asunto.

Una gran parte de la opinión pública coincide en la inconveniencia de realizar simultáneamente las tres construcciones. Los problemas de tráfico que habitualmente padece la ciudad se verán agravados al coincidir las obras con la renovación de pavimento en otras calles. Comerciantes e industriales se manifestaron en el mismo sentido, haciendo ver también las repercusiones que tendrán en sus negocios, de forma especial ante la Navidad.

El alcalde, Vicente Quiroga (AP), parece haber entendido las críticas y, a propuesta de la Cámara de Comercio y confederación empresarial, ha ordenado la paralización de las de la plaza de Santo Domingo, centro comercial de la ciudad, hasta el día 7 de enero.

Chaparrón de protestas

Pero esta medida no parecer ser más que una anécdota en medio de un auténtico chaparrón de protestas. Frente a quienes consideran que las obras suponen un atentado contra el casco histórico de Lugo, muy dañado ya, y ven apagarse las esperanzas de que en el futuro sea suprimido el tráfico por el centro de la ciudad, se alzan otras voces que solicitan protección y control para los restos arqueológicos, que las excavaciones dejarán, presumiblemente, al aire.La Comisión Provincial del Patrimonio Artístico, Arqueológico e Histórico, que informó favorablemente los proyectos, ha pedido un plan general de actuación para la salvación y, en su caso, conservación de los hallazgos, así como la presencia de un arqueólogo en cada una de las obras.

El alcalde ha dado instrucciones para que se actúe con el máximo cuidado, pero ante la sugerencia de la comisión entiende que la confección de un plan de salvación es competencia de la Dirección General del Patrimonio, que debe diseñarlo.

El monumento realizado por Santiago de Santiago y levantado en la plaza de Santo Domingo en 1976, con motivo de la celebración de bimilenario de la ciudad, ha sido ya desmontado. Ahora, los lucenses esperan con atención el comienzo de las excavaciones, porque existen grandes posibilidades de que aparezca en este lugar parte de un túnel romano secreto construido para facilitar un acceso a la ciudad en tiempo de guerra.

En la plaza de la Constitución tampoco se descarta el hallazgo de otro de los túneles que recorrían el subsuelo de la población, con el objeto de garantizar la entrada y salida de la ciudad en el caso de que quedara sitiada. Se tiene constancia de la existencia de un túnel que atraviesa prácticamente todo el centro urbano lucense y que ha sido aprovechado para la red de alcantarillado y conducciones eléctricas.

Frente a las críticas, el alcalde, Vicente Quiroga, asegura que el aspecto de las plazas mejorará.

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