El mundo de la cultura rinde homenaje a José Tamayo

Una amplia representación de todos los sectores del mundo de la cultura acudió el pasado viernes al homenaje ofrecido al director de escena José Tamayo. Un homenaje que se celebró durante la representación de Doña Francisquita en el teatro lírico nacional de la Zarzuela y que se realizó por su labor creativa, desde hace más de 30 años, en favor de la lírica española. El acto se convirtió en una fiesta que se desarrolló en una interrupción del tercer acto de la función. Todos coincidieron en afirmar la importancia de Tamayo en la historia del teatro español contemporáneo.

La actriz Nuria Espert, que presentó el acto ayudada por el director José Luis Alonso, fue anunciando a los artistas que intervinieron en el homenaje, "que no somos más que una pequeña representación de todos aquellos que se han brindado a intervenir en este acto".Comenzó Nati Mistral, quien cantó sola El dúo de la criada, de Chueca; el cantante Carlos Munguía intervino cantando Romanza de la tabernera del puerto, del maestro Sorozábal; el tenor Pedro Lavirgen cantó con Josefina Arregui el dúo de El gaitero de Gijón, del maestro Romo; la cantante Dolores Cava intervino con El carro del sol, de Serrano. La última actuación fue la de Ana María Olaria, que llevaba 20 años sin pisar ese mismo escenario, en el que representaba el papel de Doña Francisquita con Tamayo, quien cantó el aria de Don Gil de Alcalá, del maestro Penella. Tanto ella como el resto de los participantes fueron clamorosamente aplaudidos.

También subieron al escenario a abrazar al homenajeado Tamayo el actor José Luis Pellicena, quien contó diversas anécdotas; otras palabras cariñosas recibió de Lina Huarte; Inés Ribadeneira; Luis Sagi-Vela; el actor José María Rodero, quien hizo un llamamiento al ministro de Cultura, al presidente de Gobierno "o incluso al Rey para que se le conceda a este gran hombre de teatro la Gran Cruz del Mérito Civil"; el director y actor Adolfo Marsillach comentó en su intervención que "la historia del teatro español quizá sí hubiera sido posible sin la figura de Tamayo, pero eso sí, peor, mucho peor", y una de las últimas incorporaciones de Tamayo a su Antología de la zarzuela, el niño Juan Carlos Marqués, que transmitió el abrazo de la actual compañía de Tamayo.

A lo largo del acto le fueron también entregadas dos placas, una de los técnicos del teatro Lírico Nacional de la Zarzuela en nombre de todos los técnicos (nombre que le fue asignado por el propio Tamayo hace años) de España y otra en nombre del propio teatro, organizador de este homenaje, y del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, entregada por su director general, José Manuel Garrido, hacia quien Tamayo tuvo en varios momentos palabras elogiosas. Tras esta entrega Tamayo recibió una cerrada ovación por parte de todo el público asistente, momento en el que continuó la representación de Doña Francisquita.

Actores, cineastas, directores de orquesta, escritores, dramaturgos y directores de escena acudieron al multitudinario homenaje de José Tamayo. En el acto también se dio lectura a algunos de los cientos de telegramas que se recibieron en el teatro de la Zarzuela.