Controvertidos proyectos
Londres ha llegado a la decisión última de abandonar la Unesco por las mismas razones aducidas por Washington el año pasado. Ambos Gobiernos creen que la gestión de la organización coincide con los puntos de vista de la Unión Soviética en varios aspectos fundamentales, como desarme, derechos humanos y el proyecto de un nuevo orden informativo internacional. El Gobierno británico dijo hace ya un año que el proyecto era una amenaza contra la libertad de Prensa en Occidente, ya que propone instrumentos que podrían ser utilizados para justificar el control del Gobierno sobre la Prensa.El secretario del Foreign Office británico, Geoffrey Howe, comunicó al director general de la Unesco, Amadou-Mahtar M'Bow, hace un año que Londres se retiraría si no había reformas profundas. La última oportunidad para estas reformas fue la conferencia de la Unesco celebrada en octubre y noviembre en Sofía, elección la de la capital búlgara que resultó polémica. En esa conferencia, los actuales dirigentes de la Unesco explicaron todos los esfuerzos hechos para conseguir la permanencia del Reino Unido: la puesta en marcha de 120 reformas específicas y la creación de un comité de vigilancia de las mismas. Frente a las críticas de mala gestión económica, los responsables de la Administración dijeron en Sofía que, por primera vez, el presupuesto había sido aprobado por unanimidad y que no había sido necesario que ningún país aumentase su contribución, pese a la retirada de EE UU.
Tras las salidas de Estados Unidos y el Reino Unido, la Unesco, fundada en 1946 como el principal foro cultural de las Naciones Unidas, ha quedado reducida a 159 miembros.
