La Audiencia Nacional juzga hoy a tres miembros de los GAL acusados del asesinato de un francés
La Audiencia Nacional juzga hoy a Daniel Fernández Aceña, Mariano Moraleda Muñoz y Víctor Manuel Navascués Gil, presuntos miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), acusados del asesinato del ciudadano francés Jean-Pierre Leiba -supuestamente confundido con otra persona-. El fiscal pide para los dos primeros penas de 39 años de reclusión para cada uno, y de 10 años para el último.
Los delitos por los que el fiscal acusa a los tres presuntos miembros de los GAL son pertenencia a banda armada, tenencia ilícita de armas y asesinato, sólo para Fernández y Moraleda. El fiscal solicita una indemnización de 15 millones de pesetas para los herederos de la víctima.Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, a primeros de 1984, Víctor Manuel Navascués propuso a Daniel Fernández y a Mariano Moraleda, este último con antecedentes penales por robo y hurto, que formaran un grupo, denominado Jaizubia, que estaría integrado en los GAL, "organización terrorista que opera en el País Vasco y en el sur de Francia, que, con la finalidad de adoptar represalias contra la organización terrorista ETA, lleva a cabo actos delictivos contra personas que estima integrantes de dicha banda o relacionadas con ella, sean francesas o españolas".
Moraleda y Fernández aceptaron la propuesta y acordaron que ellos se dedicarían a obtener información sobre futuras víctimas, y Navascués les proporcionaría armas y explosivos.
El 1 de marzo de 1984, Mariano Moraleda y Daniel Fernández se trasladaron a Hendaya (Francia) con el propósito de matar a una persona llamada Ugarte, que pensaban que era miembro de ETA, pero que no ha sido identificada. Los dos terroristas creían que su víctima trabajaba en el mismo lugar que Fernández: en la Cooperativa de Empresas Auxiliares de Aduanas.
Los dos acusados montaron guardia en un vagón de mercancías, a la espera de que salieran los trabajadores de la empresa, cuyos vestuarios están situados próximos a las vías. Al ver salir a Jean-Pierre Leiba, Fernández le señaló como la víctima, y Moraleda presuntamente disparó dos veces contra él a corta distancia, en el corazón y la axila derecha, causándole la muerte.
Los autores del crimen huyeron atravesando la frontera, donde fueron detenidos.
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