Maragall acusa al Gobierno de no afrontar los problemas municipales

El alcalde de Barcelona, el socialista Pasqual Maragall, advirtió ayer al Gobierno de la gravedad política que lleva ímplicita la práctica habitual de los ministerios de escudarse unos con otros para no resolver las peticiones de los ayuntamientos. "El peloteo del tuya-mía es una prueba de desgobierno", afirmó. "El que quiera ganar el referéndum y las elecciones debe saber que la gente quiere también otras cosas, quiere integrarse en Europa, pero también quiere servicios", añadió Maragall, para concluir, en tono conciliatorio: "Es bueno para el Gobierno fiarse de los ayuntamientos, que es lo mismo que fiarse del pueblo".

Pasqual Maragall hizo estas declaraciones en la apertura de las jornadas sobre Comunidades Autónomas y Gobiernos Locales que se celebran en Barcelona organizadas por la Federación de Municipios de Cataluña (FMC), y en las que participan unas 300 personas entre alcaldes, cargos municipales y autonómicos. Refiriéndose a las trabas que encuentran las aspiraciones municipales en algunos ministerios, Maragall lamentó el tener que acudir a la Presidencia del Gobierno para superar estos retrasos. "Esta actitud", dijo, "es muy grave porque afecta a la coherencia del Gobierno".Maragall, que propuso declarar 1986 como el año del sector local, repasó en tono pesimista las relaciones entre la Administración central, los Gobiernos autónomos y los ayuntamientos. Justificó la actitud resignada de las administraciones locales después del fracaso en las negociaciones financieras al afirmar: "Nos estamos cargando de razón". "Espero que 1986 sea más favorable al sector local tanto en comprensión política, como en dinero y leyes".

Maragall recordó ante los asistentes su conocida estrategia, anunciada al día siguiente de que el ministro de Hacienda, Carlos Solchaga, reafirmara la firmeza del parón al crecimiento del Fondo de Cooperación. Esta estrategia consiste en reclamar, por un lado, un pacto tripartito sobre financiación del Estado en el que estén presentes los tres sectores de la administración pública española (tesis que el presidente del Gobierno, Felipe González, parece compartir, según manifestó en la reciente asamblea de la Federación Española de Municipios y Provincias), y por el otro, un cambio en la determinación de los ingresos de la administración local.

Distribución monetaria

Este cambio implicaría la distribución del dinero a las tres administraciones en función de la repartición del gasto público, sin contabilizar las pensiones. Actualmente, el gasto del conjunto del sector público corresponde en un 70% a la Administración central; un 15%, a la autonómica, y un 15% a la local, muy lejos de las aspiraciones municipalistas: 50-25-25. Maragall abordó también el papel de las comunidades autónomas en la financiación de los ayuntamientos, pero manifestó que primero había que resolver el pleito de la financiación del sector público.