El embarazo, una enfermedad
La Dirección General de Correos, socialista por cierto, considera los embarazos de las mujeres como una enfermedad. Así se han manifestado los principales responsables del servicio en Barcelona ante el embarazo de una compañera que realiza el servicio de reparto en la oficina técnica de Cornellà. Esta compañera hasta ahora ha podido hacer su trabajo, pero al llegar a los seis meses de gestación tanto su médico como los servicios sanitarios de Correos le han dado el debido parte para que, aún siendo un embarazo normal, no realice esfuerzos físicos (como llevar la cartera, subir escaleras, etcétera). Ante este caso, los responsables, saltándose las recomendaciones de los médicos y las ordenanzas laborales, quieren obligarla a coger una baja por enfermedad o seguir desarrollando su trabajo, con las consecuencias que pueden acarrar para la madre y el futuro hijo.¿Por qué despreciar la capacidad de una persona para desarrollar un trabajo, aunque éste sea de menor esfuerzo físico, sobre todo cuando el trabajo en los servicios interiores de la mayoría de oficinas técnicas es excesivo, como es el caso de Cornellà? ¿Se harán responsables aquellos señores de posibles malformaciones del feto? Lo que la Dirección General de Correos está haciendo es una clara discrinúnación hacia las mujeres que trabajamos en Correos, pues están poniendo trabas a una maternidad libremente decidida-