Escaso optimismo sobre la refórma del Mercado Común

El optimismo es muy limitado con vistas al cónclave que el próximo fin de semana reunirá a los titulares de Asuntos Exteriores para debatir in extremis de la reforma de la Comunidad Económica Europea (CEE), manifestó el ministro español Francisco Fernández Ordóñez, tras las primeras horas de debate entre los doce, ayer en Bruselas sobre esta reforma.Las discusiones se enfrascaron al "abrirse el portón de los sustos" de los debates sobre la creación de un mercado interior en la CEE. Había, según Ordóñez, bastante confusión sobre lo que incluiría el mercado interior y su definición.

La abolición de las fronteras para las personas está ya excluida. La regla de la mayoría parece cada vez más escuálida. La mayoría sólo cubriría los campos "necesarios para la realización de este gran mercado. Con lo que se excluye ya la fiscalidad indirecta, la protección de los trabajadores y otros campos.

La regla de la mayoría

Ante cada campo sería necesario apreciar si es necesario o no. La regla de la mayoría sí se aplicaría -si se llega a un acuerdo- a la liberalización de los servicios y los movimientos de capitales. Y si se habla de decisiones por mayoría, también se habla de derogaciones y más derogaciones especiales para algunos países.

España ha pedido medidas excepcionales de derogación para los países que estén en régimen de período transitorio para adaptarse a la CEE. Y España y otros países, como Grecia, insisten en que no se puede lograr sólo un mercado interior de capitales, servicios y mercancías en la CEE (que es a lo que quieren limitar la reforma los países fuertes) si no se lleva a cabo a la vez una política de cohesión económica para evitar crear una Comunidad económicamente dual.

En cuanto al Parlamento Europeo, los nuevos poderes reales de cooperación con el Consejo de Ministros que se le otorgarían serían mínimos y limitados a las nuevas áreas de decisión por mayoría en el consejo que se decidan. Los ministros comunitarios de Asuntos Exteriores proseguirán hoy sus discusiones sobre. esta reforma, en la que aún no hay horizonte definido, y a medida que se define, se queda más estrecho.

Con el cónclave en Luxemburgo se trata de "dejar el tema lo menos crudo posible con vistas al Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno, la cumbre comunitaria que se celebrará los próximos días 2 y 3 de diciembre en Luxemburgo.

"No sabemos si el Consejo Europeo va a ser un paso adelante hacia una Unión Europea de verdad o un puro ejercicio de retórica", manifestó Fernández Ordóñez, para el cual "mi opinión no es muy optimista".