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Polémica sobre la autoría del inédito atribuido a Shakespeare

El descubrimiento es "una especie de regalo de los dioses", dice su autor

El hallazgo de un poema inédito atribuido a Shakespeare por un joven pero famoso especialista norteamericano en textos del autor inglés ha provocado la correspondiente polémica en los círculos académicos británicos, aunque hasta el momento sólo dos profesores de literatura inglesa han puesto en duda la paternidad del texto. Éste, según su descubridor, un especialista mundial en Shakespeare, no es una obra de arte, pero sí la composición de un virtuoso, y demostraría que el autor de El rey Lear escribía el mismo tipo de poemas que sus contemporáneos, algo de lo que hasta el momento no había pruebas.

El autor del descubrimiento, Gary Taylor, de 32 años, un doctor en lengua y literatura inglesa natural de Topeka (Kansas, Estados Unidos), que se instaló en la universidad de Oxford hace 10 años, ha manifestado que "el descubrimiento es una especie de regalo de los dioses".Taylor prepara desde hace ocho años una nueva edición de las obras completas de Shakespeare por encargo de la Oxford University Press y ha sido descrito por el Sunday Times, periódico que junto con The New York Times publicó el pasado domingo la noticia en exclusiva, como una de las autoridades mundiales en la interpretación de textos de Shakespeare.

El descubrimiento se produjo cuando Gary Taylor repasaba. una antología de poesía inglesa del Renacimiento escrita con tinta posiblemente por un escribano del siglo XVI, unas dos décadas después de la muerte de William Shakespeare. La antología, encuadernada con tapas de cuero y atada con una cinta rosa, fue donada a la biblioteca Bodleian, de Oxford, por el coleccionista Richard Rawlison, en 1756, fecha desde la que ha permanecido en la institución. El poema supuestamente inédito fue descubierto hace unas dos semanas. Tanto Taylor como su colega en la preparación de la nueva edición de las obras de Shakespeare, doctor Stanley Wells, creen que fue escrito entre 1593 y 1595, cuando el autor contaba unos 30 años y en la época en que escribió El sueño de una noche de verano y Romeo y Julieta.

"No se trata de una obra de arte", ha declarado Taylor, "sino más bien de la composición de un virtuoso. Es como descubrir una obra temprana de Mozart". Tanto Gary Taylor como el doctor Wells, otra autoridad en Shakespeare, tienen intención de incluir el poema de 90 líneas de extensión y una rima cada tres sílabas en la próxima edición de las obras completas que les ha encargado la Oxford University Press.

El balcón de Julieta

Taylor, cuyo característico acento norteamericano ha desaparecido tras su larga estancia de 10 años en Oxford, considera el poema como una "obra erótica isabelina, importante porque vendría a demostrar que Shakespeare escribía la misma clase de poemas que otros poetas escribieron en su época, algo que sospechábamos pero de lo que no teníamos pruebas". Parece que parte del poema presenta algunas similitudes con la célebre escena del balcón entre Romeo y Julieta.El análisis de los textos de William. Shakespeare se realiza en la actualidad con los procedimientos más modernos, incluido el de analizar los textos en computadoras.

Después de asegurarse de que el manuscrito no era falso y de que no había sido añadido a la antología posteriormente, Taylor estudió el poema con la ayuda de un diccionario computadorizado. La conclusión a la que llegó es que el poema contenía unas 100 frases que se parecían sensiblemente a otras utilizadas por Shakespeare en otras de sus obras.

Según ha declarado Gary Taylor, todavía no ha presentado todas sus pruebas. Su descubrimiento ha sido puesto en duda por dos catedráticos de literatura inglesa, también de Oxford. El profesor John Carey ha declarado que, aunque Taylor es "un gran erudito", el poema es de «una, gran endeblez y, por tanto, no me convence".

El profesor John Wilders, catedrático del Worcester College, ha sido más radical: "El poema es tan espantoso que tuve que renunciar a su lectura tras las primeras estrofas", manifestó Wilders. "No me extrañaría nada que algún especialista de la época isabelina saliese un día de estos con la afirmación de que conocía el poema y que no es de Shakespeare". Hasta el momento ese especialista no ha aparecido y el hallazgo ha sido recibido con excitada alegría en las universidades de habla inglesa a ambas orillas del Atlántico.

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