Los ministros de Exteriores de la Comunidad discuten la cooperación mediterránea

Los ministros de Asuntos Exteriores de los doce vuelven a reunirse hoy y mañana en Luxemburgo para discutir de la cooperación con los países del Mediterráneo y de la reforma de la Comunidad Europea. Mañana el Consejo de Ministros de Presupuestos de la CEE se reúne para debatir el proyecto de 1986. En la cuestión de las concesiones a hacer a los países mediterráneos se espera que el titular español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, reitere que todo gesto hacia esos países deberá aplicarse también al caso de Canarias.

Los diez no se han puesto aún de acuerdo en la definición de la nueva política mediterránea, que Francia exige antes del ingreso de España y Portugal en la CEE. Los Estados de la CEE que no cultivan productos mediterráneos no tienen dificultad alguna en aceptar el otorgar concesiones comerciales a los países terceros ribereños del Mediterráneo. Pero Italia y Grecia, apoyadas por España, se oponen a dar a esos países ventajas arancelarias (similares a las que gozara España) que pusieran en cuestión el principio de la preferencia comunitaria para los países miembros de la CEE.España se opone tajantemente a que se les reduzca a los países mediterráneos la tasa compensatoria, reducción que la CEE otorgó simbólicamente a España. En materia de vino, además, aún se sigue discutiendo si las concesiones serán para botellas o para venta a granel.

Canarias tiene también contingentes arancelarios para sus exportaciones agrícolas hacia la CEE tras la adhesión, pero no se le otorgan reducciones de las tasas o una eventual modulación de los precios de entrada. España exige un compromiso de la CEE de que si este tipo de ventajas se otorga a los países del Magreb y otros, también se otorgará a España. Tampoco hay acuerdo sobre la dimensión de cooperación que se sumará a la comercial.

Los titulares de Exteriores también se reunirán como conferencia intergubernamental para estudiar la reforma de la CEE, reforma cuyo ámbito ha quedado mermado respecto a sus objetivos iniciales.

La concreción del mercado interior en la CEE para 1992 causa problemas en el orden del sistema de toma de decisiones. No hay acuerdo tampoco sobre qué poderes suplementarios otorgar al Parlamento Europeo.