Estados Unidos aprueba un experimento de ingeniería genética fuera de laboratorio
La agencia gubernamental estadounidense para la protección del medio ambiente (EPA) ha dado su aprobación al primer experimento fuera de laboratorio con organismos obtenidos por ingeniería genética. La decisión de la agencia permitirá a la empresa Advanced Genetic Sciences, de Oakland (California), realizar dos experimentos con bacterias alteradas genéticamente para evitar los daños por heladas en las plantaciones de fresas.
Normalmente, las plantas de fresas se encuentran cubiertas por millones de bacterias que dan lugar a la formación de cristales de hielo en las superficies expuestas al aire. La empresa citada pretende tomar algunas de estas bacterias naturales, quitarles el gen que causa la formación de hielo y posteriormente rociar las plantas con ellas, de forma que expulsen las bacterias sin modificar y eviten el daño por heladas.Los primeros experimentos se llevarán a cabo a finales del próximo mes de diciembre o primeros de enero en una plantación experimental en la zona costera central de California. La decisión de la EPA ha sido criticada inmediatamente por ecologistas. Jeremy Rifkin, activista del medio ambiente, presentó una denuncia el pasado jueves en el tribunal de distrito de Washington para bloquear la acción gubernamental, y el senador Albert Gore, experto en biotecnología, afirmó que los procedimientos establecidos por el Gobierno para la aprobación de tales experimentos no son adecuados para evitar "resultados desastrosos" en el futuro.
Estudios previos
El doctor John A. Moore, administrador adjunto de la EPA, ha señalado que los experimentos fueron aprobados después de amplios y cuidadosos estudios durante los que se pidió la opinión a numerosos científicos y a otros organismos gubernamentales. Moore ha afirmado que la probabilidad de que se produzcan daños al medio ambiente o a las personas a consecuencia de este tipo de experimentos es "extremadamente remota".Las bacterias van a ser rociadas sobre 2.400 plantas de fresa en una pequeña plantación rodeada de una amplia zona de protección. Moore explicó que los científicos no creen que pueda escapar de la zona un,número significativo de bacterias y que en todo caso éstas no resultan peligrosas ni pueden vivir sobre la mayoría de las plantas. Afirmó que las bacterias alteradas no dispondrán de ventajas genéticas sobre las naturales para desplazar a estas últimas en lugares situados fuera de la zona experimental.
Sin embargo, Rifkin, crítico de la ingeniería genética, advirtió de las posibles devastadoras consecuencias de los experimentos si se produjera un escape de las bacterias modificadas y éstas proliferaran y desplazaran a las naturales en determinadas plantas. Aseguró que podría cambiarse todo el equilibrio ecológico de algunas áreas.
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