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Los obispos más conservadores fuerzan la retirada del documento sobre la OTAN

Los sectores más conservadores del espiscopado español han forzado la retirada del documento Constructores de la paz, que se debatía en la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, según se supo ayer. El texto, que abordaba cuestiones tan candentes como la guerra nuclear, la revisión del concepto tradicional de guerra justa o la posición de los cristianos ante la OTAN, fue retirado por la comisión que lo había redactado al no alcanzar la mayoría de dos tercios que se exige a toda ponencia para ser adoptada como documento del pleno. El sector más conservador del episcopado considera que el documento defiende un excesivo pacifismo, según fuentes eclesiásticas.

El documento, cuyo contenido fue adelantado ayer por EL PAIS, ponía de manifiesto una serie de interrogantes de los obispo sobre la presencia de España en la OTAN y condenaba sin paliativos el uso y mantenimiento dé armamentos nucleares. También planteaba una revisión de la teoría de la guerra justa, al mismo tiempo que rechazaba la disuasión nuclear y el equilibrio del terror.El texto, que había sido elaborado por la Comisión Episcopal de Pastoral, presidida por el obispo de Canarias, Ramón Echarren, fue aprobado por la mayoría de los obispos el día 12 por la tarde, pero no obtuvo el apoyo de los dos tercios del episcopado necesarios para su aprobación definitiva. En la votación participaron 75 obispos. Los postulados recogidos en el texto habían sido sometidos a consulta entre expertos militares y civiles.

Según fuentes eclesiásticas próximas a la Asamblea Episcopal los ataques más directos al documento han provenido del sector más conservador del episcopado que se ha opuesto al texto por considerarlo excesivamente pacifista. La oposición más clara partió del arzobispo de Santiago de Compostela y presidente de la Comisión Episcopal de Asuntos Jurídicos, Antonio Rouco.

Profundas reformas

Los obispos prefirieron, en general, no pronunciarse sobre las discusiones que obligaron a devolver a la comisión de Pastoral el texto del documento Constructores de la paz. El cardenal Ángel Suquía, arzobispo de Madrid, dijo, no obstante, que "había que hacer profundas reformas en el texto y que éste había sido aplazado por el interés y la complejidad del tema". Por su parte el obispo de San Sebastián, José María Setién, afirmó que el punto determinante para la no aprobación del documento había sido la disuasión nuclear antes que el polémico tema de la OTAN.

Los obispos analizaron, según fuentes oficiales del episcopado, durante más de 10 horas, algo más de la mitad del documento. Hubo 125 intervenciones y "en la medida que se avanzaba en esta labor exploratoria se advertía la dificultad de abarcar en pocos días la multiplicidad de temas comprendidos en un documento extenso y de inevitable complejidad", dijeron las fuentes.

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