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Inaugurada en Londres una muestra sobre Barcelona y la cultura catalana de 1888 a 1936

La exposición, que permanecerá abierta hasta febrero, recoge 331 obras de 83 artistas

ENVIADO ESPECIALAnoche se inauguró en la Hayward Gallery de la capital británica una exposición que recoge la trayectoria cultural de Barcelona y, por extensión, de Cataluña. Se titula Homage to Barcelona. The City and its Art 1888-1936 (Homenaje a Barcelona. La ciudad y su arte 1888-1936) y permanecerá abierta hasta el 23 de febrero de 1986. Está organizada por el Arts Council británico, el Ayuntamiento de Barcelona y el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña. La exposición es, de hecho, la manifestación central de toda una serie de actividades relacionadas con la cultura catalana, que se desarrollarán en la capital británica desde esta semana hasta finales de febrero. Homage to Barcelona abarca el período entre la Exposición Universal de 1888 y el estallido de la guerra civil en 1936.

La exposición se centra básicamente en los campos de las artes plásticas y la arquitectura, aunque otras manifestaciones paralelas prestarán atención a la música, la literatura y el teatro catalanes.Según manifestó ayer Andrew Dempsey, director de exposiciones del Arts Council, el público británico conoce, por ejemplo, la obra de Joan Miró y Pablo Picasso, protagonistas de sendas exposiciones de la entidad años atrás, pero carece de información sobre el contexto en que se desarrolló total o parcialmente la obra de estos grandes artistas. Dentro de este planteamiento, ya se han presentado en Londres exposiciones que dan una visión global sobre, por ejemplo, la cultura islámica o de los indios de Norteamérica. Dempsey considera importante que, por primera vez, se presente en Londres una muestra conjunta sobre la cultura catalana. La organización ha editado un catálogo de 328 páginas, dedicado a Roland Penrouse y Joan Miró, personajes fallecidos mientras se preparaba la citada muestra, cuya idea original data de hace tres años. Dempsey afirmó a este diario que el descubrimiento por parte del público londinense de la obra de pintores como Casas o Nonell y de la obra arquitectónica de Domènech i Muntaner o Puig i Cadafalch va a permitir conocer una realidad cultural que no está conformada únicamente por los nombres de los grandes maestros de fama internacional.

La exposición está cobijada en un edificio de grandes dimensiones. A la entrada, una larga pérgola acoge la información política, económica y cultural preliminar, ofrece los datos previos para una mejor comprensión de la muestra. A partir de ahí, se entra en la exposición, presidida por una vridriera de la casa Almirall y por una maqueta monumental de una nave de la Sagrada Familia, maqueta que ya fue utilizada para la exposición madrileña de Cataluña en la España moderna. Personal encargado de las obras del templo barcelonés se han trasladado a Londres para la reconstrucción de la maqueta. El Contenido de la exposición está distribuido por períodos (modernismo, noucentisme, transición al surrealismo y los movimientos vanguardistas y la etapa vanguardista propiamente dicha). En cada área se muestran, además de obras exponentes del arte plástico del momento, muebles, planos arquitectónicos, diseños funcionales como recipientes de perfumería, cuberterías, etcétera.

La exposición de los planos arquitectónicos y fotos de edificios se hace con proyecciones en cajas suspendidas para conseguir una mayor sensación de volumen. Al acto inaugural asistieron el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el responsable de Cultura de la Generalitat, Joan Rigol, entre otras personalidades vinculadas a las administraciones públicas catalanas patrocinadoras de la muestra.

La muestra surgió de una iniciativa de la estudiosa de arte e investigadora norteamericana Marylin McCully, quien hizo una propuesta al Arts Council.

La exposición ha costado unos 70 millones de pesetas, de los que casi la mitad han sido costeados por el Arts Council y el resto, a partes iguales, por el Ayuntamiento y la Generalitat. Una empresa automovilística española proporcionó también una significativa contribución. La muestra incluye 331 obras de 83 artistas.

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