Los últimos olivos madrileños siguen adornando la casa de Menéndez Pidal
Una rama de olivo y un ejemplar de Los españoles en la historia fueron los objetos con los que Jimena Menéndez Pidal obsequió ayer a la reina Sofía durante el acto de presentación de la rehabilitada vivienda en la que habitó y trabajó el historiador Ramón Menéndez Pidal. El edificio ha sido adquirido y acondicionado por la Fundación Ramón Areces para sede de la Fundación Menéndez Pidal, y seguirá siendo utilizado como vivienda por su hija. El material que Menéndez Pidal reunió a lo largo de toda su vida está ahora a disposición de los investigadores.
El jardín de lo que fue vivienda y lugar de trabajo de Menéndez Pidal -un reducto de flora típica madrileña-, en la calle del mismo nombre, estaba ayer repleto de antiguos amigos, compañeros y estudiosos del historiador. Bajo los olivos y los pinos se mezclaban Federico Mayor, ex ministro de Educación; los ex rectores Ángel Vian Ortuño y José Botella Llusiá; el director de la Academia de la Lengua, Pedro Laín Entralgo, y el secretario perpetuo de ésta, Alonso Zamora Vicente; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Enrique Moral, y muchos otros nombres vinculados a la cultura.Todos ellos siguieron el recorrido que hizo la reina Sofía, acompañada del ministro de Cultura, Javier Solana, por las distintas dependencias de la casa. La Reina fue recibida por Jimena Menéndez Pidal, quien, a sus 85 años, hizo gala de una vitalidad y un entusiasmo sorprendentes, empujada "por la satisfacción del momento".
Ante la puerta de la casa, la Reina descubrió una placa en la que puede leerse la siguiente inscripción: "Aquí vivió y trabajó hasta su muerte Don Ramón Menéndez Pidal, quien, con su obra, contribuyó a dar a España conciencia de su historia. La Fundación Areces, al salvaguardar este ámbito de cultura, ha permitido continuar la labor de aquel español ejemplar". Después, la Reina escribió en el libro de visitas una dedicatoria que satisfizo enormemente a la hija del historiador: "En el día de la inauguración de la Fundación Menéndez Pidal, con la emoción de contemplar todas las obras y el lugar donde vivió y trabajó Don Ramón. Con el afecto a todos los que han trabajado para la restauración de esta casa y para los descendientes de Don Ramón. Sofía".
Vida familiar
El académico y presidente de la Fundación Menéndez Pidal, Rafael Lapesa, leyó en la biblioteca un texto en el que recordaba cómo fue la vida del investigador durante los 50 años que habitó en esta casa junto a su familia, sus libros, "los olivos de la paz, las jaras o romeros de la flora serrana".
Diego Catalán Menéndez Pidal, de 57 años, nieto del historiador, recordaba que su abuelo tenía un gran cariño por esta casa, ya que a él le gustaba mucho la vida al aire libre. Él mismo plantaba y cuidaba los árboles y arbustos del jardín, y cuando el tiempo lo permitía, se duchaba en el jardín y hacía ejercicio. Diego Catalán señaló después la importancia de la biblioteca y los archivos de la casa, procedentes de toda una vida dedicada a la investigación. "Son importantísimos los fondos del romancero tradicional", explicó, "porque constituyen una documentación única. Además, hay obras inéditas de mi abuelo que ahora se podrán publicar, una vez que sean revisadas: una Historia de la lengua española y una Historia de la épica con dos redacciones diferentes. Una antes de la guerra civil y otra posterior".
La finca ahora recuperada fue adquirida por la Fundación Ramón Areces en 1984, por 50 millones de pesetas. El mantenimiento de la misma era excesivamente costoso para los herederos y durante un tiempo se temió que el edificio siguiera el destino de las fincas vecinas, dedicadas a altas y modernas construcciones. Una vez adquirida la finca, la Fundación Areces invirtió 15 millones para su rehabilitación y acondicionamiento para los trabajos de investigación. Los herederos del historiador, Jimena y Gonzalo Menéndez Pidal, han puesto a disposición de la fundación la biblioteca y los archivos de su padre.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.