Craxi defiende el derecho de los palestinos a la lucha armada en la guerra del Sáhara

El primer ministro italiano, el socialista Bettino Craxi, defendió ayer el derecho de los palestinos a la lucha armada en su discurso de réplica en el Parlamento, poco antes del voto de confianza, que superó con el apoyo de los partidos del Gobierno. Su postura le costó casi que los republicanos provocaran de nuevo la crisis antes de que se hubiese cerrado.Craxi dijo que está convencido de que los métódos del terrorismo "no resolverán el problema palestino y producirán sólo víctimas inocentes". Sin embargo, añadió: "Pero no discuto la legitimidad del recurso a la lucha armada, que es cosa bien distinta". En este punto se desencadenó un gran aplauso de toda la izquierda, incluidos los comunistas. El vicesecretario republicano, Giorgio la Malfa, se puso a gritar.

El primer ministro arremetió contra los republicanos. "Cuando Giuseppe Mazzini", dijo, "en su soledad, en su exilio, se atormentaba en el ideal de la unidad y esta ba desesperado, no sabiendo cómo afrontar el poder, él que era un hombre tan noble, tan religioso, tan idealista, concebía y proyectaba asesinatos políticos. Esta es la verdad de la historia". Nuevos gritos y aplausos. La izquierda se pone de pie, ovacionando. Los democristianos se quedan en silencio sin salir de su asombro. A los republicanos no les parece cierto lo que acaban de oír. "Ha llamado terrorista a Mazzini, padre de la patria", se oyó gritar. Y Craxi, con voz fuerte y segura, siguió aprétando: "Discutir a un 'Pueblo el derecho de liberar a su propio país de una ocupación extranjera con el recurso a las armas significa ir contra las leyes de la historia".

La confusión es total. Ya nadie sabe quién es la mayoría gobernante y quién la oposición. En los bancos de la ultraderecha es todo un griterío. Craxi truena: "Ahora basta. Estáis discutiendo lo que no discute ni la Carta de principios de la ONU, es decir, que un -movimiento nacional que defiende una causa nacional pueda recurrir a la lucha armada". Se oye otro grito: "Sí, para asesinar a los inocentes". La presidencia se las ve y se las desea para poner orden.

Lo que puede pasar tras el encendido e inesperado discurso de Craxi es difícil de prever, pero ciertamente ha abierto una página nueva que conduce más bien hacia los elecciones anticipadas tras los congresos de los partidos en primavera, como apuntaban los primeros comentarios en el mismo Parlamento.