Para Carlota Bustelo "es una forma llamativa de protestar, pero no sé si compensa el riesgo"
"No me extraña nada que las mujeres reunidas en Barcelona hayan querido mostrar su descontento, porque el derecho al aborto en Espana no está todavía resuelto", dijo ayer a EL PAÍS la directora del Instituto de la Mujer, Carlota Bustelo, tras conocer la noticia de los dos abortos realizados en Barcelona durante las jornadas feministas. En su opinión, "el avance que supone la posibilidad de abortar en los tres supuestos aprobados por la ley queda muy disminuido por las dificultades que están surgiendo en su aplicación.El método elegido por las feministas en Barcelona para mostrar su disconformidad con la actual ley del aborto es, para Bustelo, "una forma llamativa de protestar que no sé si compensa los riesgos, tanto jurídicos como tal vez sanitarios, de las dos personas que han abortado. Yo, como directora del Instituto de la Mujer, desearía contribuir a que la ley se aplique con eficacia y a que en un futuro no muy lejano se pueda ampliar".
Respecto a las implicaciones jurídicas de esta acción, el fiscal Cándido Conde Pumpido indicó ayer que si, tal como parece, existen realmente los dos delitos, serán perseguidos inmediatamente por las autoridades judiciales y la fiscalía de Barcelona. En su opinión, "los dos embriones que mostraron públicamente prueban la existencia de dos abortos, pero no del delito. Los fetos podrían proceder de un aborto legal o de una interrupción del embarazo realizada en otro país". A partir de la hipótesis que sobre los hechos han transmitido los medios de comunicación, resaltó dos problemas diferentes. "El primero es que se han producido dos delitos de aborto de los que deben responder las dos mujeres a quienes se les ha practicado y las personas que realizaron la operación.
Demostrar la culpabilidad
El otro problema es el que se refiere a la posible autoinculpación de las 4.000 mujeres que asistieron a las jornadas anunciada por las feministas si se producen represalias jurídicas. Conde Pumpido dijo que en nuestro derecho no es suficiente la autoinculpación para que se castigue un delito, sino que hay que demostrar con pruebas la culpabilidad.En cuanto a la posibilidad de que las 4.000 mujeres afirmen haber sido ellas las que realizaron los abortos o quienes abortaron, indicó que en ese caso todo iba a depender de la labor policial y que "en el corto período de tiempo transcurrido cualquier médico puede determinar todavía si una mujer ha abortado". Sobre la dificultad de llevar a cabo esa investigación, dijo que seguramente no será necesario hacerlo en los 4.000 casos, porque posiblemente se descubrirá antes en base a datos que recabe la policía.
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