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Las versiones del tercer acto de 'Moses und Aron'. confirman a Arnold Schoenberg como el pensador del ideal hebraico

La hija del compositor asistió al estreno de la ópera en el Liceo de Barcelona

Los archivos personales de Arnold Schoenberg en Los Angeles contienen varias versiones para el tercer acto de la ópera inacabada Moses und Aron, para cuya normalización su compositor no consiguió el soporte económico que pidió a la Fundación Guggenheim en 1945. En palabras de su hija Núria Schoenherg, estas versiones corroboran la imagen del pensador y teórico del ideal hebraico que fue su padre.

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Soberbio conjunto

Por primera vez, 28 años después de la muerte del compositor alemán que residió en Barcelona, Arnold Schoenberg, se representa en España Moses und Aron. Este simple dato da la medida del lugar que ocupa en las programaciones delos teatros de ópera -el Liceo de Barcelona se cuenta, o pretende contarse, entre ellos- del mundo. Hay un relativo aumento en la demanda de música schoenbergniana, según señala se hija Núria, que se ha desplazado a Barcelona con motivo del estreno el pasado sábado, pero el salto no es sustancial. Schoenberg, como sucediera en la primera década de este siglo y como continuó sucediendo hasta los últimos añosde su vida, provoca todavía grandes disgustos entre un público poco afin al atonalismo y el serialismo. Y si la policía no se ve obligada a calmar las iras de los espectadores, como sucedió en más de una ocasión, no hay quien deje de atacarla.El retrato que de su padre realiza Núria Schoenberg -casada con el compositor italiano Luigi Nono al que conoció, según explicó, precisamente el día del estreno mundial de Moses und Aron, en 1954- no tiene nada de particular: "Fue un padre normal, bueno y severo en determinados momentos, como todos los padres". La familia Schoenberg marchó de Barcelona a los pocos meses de que ella naciera, es lógico que no recuerde gran cosa de esta ciudad de la que su padre "siempre habló con gran consideración".

Penuria y política

Sobre el por qué Schoenberg se marchó de Barcelona, las razones son más obvias. "En un momento esperó recibir una ayuda de un mecenas norteamericano para seguir residiendo aquí, pero al final la beca no se concretó y le aconsejaron volver a su país natal donde permanecería poco tiempo antes de emigrar definitivamente a Estados Unidos".Para mantener a su familia, Schoenberg aceptó el cargo de profesor de armonía y contrapunto para principiantes que le dieron en las universidades americanas. "Trabajaba mucho y le faltaba tiempo para componer. Nosotros, sus hijos, nunca, tuvimos la sensación de vivir en la penuria, acaso porque mi madre era muy hogareña y se apañaba bien con poco. Pero recuerdo que él sí hablaba a menudo de cuestiones económicas y que estaba preocupado incluso por el precio de unos simples zapatos. Los primeros años americanos" añade, "fueron más positivos, porque todas las personalidades de Hollywood querían tomar clases con él, pensando que luego podrían sacar honores de la experiencia. Pero pronto se cansaron".

En 1945, para poder terminar su ópera Moses und Aron, el oratorio Die Jacobsleiter y algunas obras teóricas, Amold Schoenberg pidió una ayuda económica a la célebre Fundación Guggenheim, ayuda que le fue denegada sin más explicaciones y por cuya razón no pudieron terminarse los proyectos.

Núria Schoenberg, que ha estudiado en los archivos de su padre, explicó que existen varias versiones -con bocetos para la escenografía y notas para la interpretación- para la realización del tercer acto de Moses und Aron y que, en su opinión, ayudan a comprender mejor el significado general de la obra: "Se trata de una ópera filosófica de la que ya se encuentran referencias en obras teatrales anteriores. Cuando mi padre llegó a EE UU quiso convertirse en el presidente de todos los hebreos y existe su célebre carta en la que anuncia estar dispuesto a abandonar la música para conseguir la unión de todos los judíos. Como decía, estaba acostumbrado a luchar por causas poco populares en música".

"Mi padre admiraba las cosas bien hechas, y no admitía interpretaciones parciales. Esta fue la razón por la que no se entendió con Theodor W. Adorno. Mi padre no tenía gran estima por la labor del que fue su alumno y sobre todo le dolió que se interpusiera entre él y Thomas Mann cuando éste escribió su Doctor Faustus. Consideró el libro como una traición y no lo perdonó nunca".

Crítica del estreno de la ópera Moses und Aron en el Gran Teatro del Liceo, de Barcelona, en la página 36.

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