Argentina elige hoy un tercio del Congreso en un clima de incertidumbre y violencia.
MARTIN PRIETO A las ocho de la mañana de ayer quedó cerrada la campaña electoral para la renovación de un tercio del Congreso, a los dos años de su constitución. En todos los colegios de la nación, amenazados diariamente por la colocación de bombas, se sufragará el domingo, bajo la perspectiva de que el radicalismo -Unión Cívica Radical-, en el Gobierno, mantendrá sus escaños o los elevará débilmente.
Otra posibilidad es que el peronismo continúe retrocediendo -no sólo por su propia oferta electoral y su historia reciente, sino por su multidivisión-, y que crezcan sensiblemente partidos pequeños, como el Intransigente (PI) -liderado por el bisonte, Óscar Alende, un venerable médico rural que aglutina a la izquierda juvenil- y la Unión de Centro Democrático (UCD) -capitaneada por el ingeniero y ex militar Álvaro Ansogaray-, partido correspondiente con la Alianza Popular española y que ofrece fundamentalmente un recetarlo económico para superar la crisis política e institucional que padece Argentina.En la provincia de Buenos Aires -dónde residen más de 13 millones de habitantes, la mitad de la población del país, descontando a la capital federal-, Antonio Cafiero, ex ministro de Economía de Isabelita Perón, recién expulsado del peronismo, superará en votos a Herminio Iglesias, líder del oficialismo justicialista. Pero ni el bueno ni el malo aspiran ya al primer puesto, y muy probablemente se conformarán con el tercero, detrás de los candidatos de la Unión Cívica Radical y del Partido Intransigente.
La tónica general apunta al mantenimiento del radicalismo -con posibilidades de repunte-, pérdida general del peronismo, aun con posibilidades de recuperar posiciones en la capital federal (por la personalidad de su candidato Grosso), y crecimiento cuantitativo de partidos hasta ahora irrelevantes, como el izquierdista PI y la derechista UCD.
Peronismo civilizado
Dada la desproporcionada concentración poblacional en esta primera provincia, sus resultados serán decisivos. A Dios gracias, el Frente Popular amañado por Herminio Iglesias tiene todas las posibilidades de fracasar estrepitosamente, aunque el gánster de origen orensano pueda terminar resultando electo diputado al presentarse como primero de su lista.
Cafiero, su principal contrincante -la cara civilizada del peronismo-, puede duplicarle los votos. Sea como fuere, la división peronista en tres frentes -el Frejudepa, de Cafiero, el Frejuli, de Iglesias y el Frepu, de Villaflor, la izquierda justicialista- les otorga escasas posibilidades.
Cafiero reunió más de 80.000 personas en su mitin final, e Iglesias no superó las 15.000. El mayor crecimiento partidario cabe atribuírselo a la UCD, que, pese a la lluvia, semillenó la cancha del River Plate, reuniendo a 60.000 personas. Con algo menos del doble, la Unión Cívica Radical rebosó la cancha del Boca Junior -la bombonera-, en pleno territorio porteño de la pobreza y el justicialismo.
Descenso peronista
Lo seguro, dentro de la impredictibilidad de las encuestas electorales en este país, es que el Gobierno no saldrá derrotado, y hasta puede que obtenga algunas ventajas en la nueva composición del Congreso. Lo segurísimo es que el peronismo, la primera posición, seguirá descendiendo los escalones de su enérgica y decidida autodestrucción, y que el voto sobrante se repartirá a partes iguales entre la derecha (UCD) y la izquierda (PI).
La conclusión previa de estos comicios parece residir en que el radicalismo ha cometido algunos errores desde el Gobierno y en que el peronismo, desde la oposición, los ha cometido todos.
La situación de los sospechosos de golpismo
Al fin -y al menos-, algunos de los 12 acusados por el poder ejecutivo argentino de conspirar contra las instituciones democráticas se encuentran encarcelados en mayor o menor medida.El coronel Pascual Guerrieri, el mayor Jorge Granada y los capitanes Leopoldo Cao y Osvaldo Antinori se encuentran en el Comando de Logística del Ejército, sin que pueda saberse a ciencia cierta su situación legal, pero al menos están a recaudo.
El abogado Camps, hijo del carnicero de Buenos Aires, continúa perseguido por la policía, ya con orden legal de detención, y el periodista Daniel Rodríguez, columnista del diario La Prensa, se encuentra preso en dependencias de la Policía Federal.
Permanecen prófugos el ex general Suárez Mason y otros dos implicados, mientras el periodista Jorge Vago, editor-propietario de un boletín confidencial destinado a las fuerzas armadas, ha pedido asilo en la Embajada paraguaya en Buenos Aires, favor que le fue concedido de inmediato por el presidente Stroessner.
El abogado Rosendo Fraga, otro capo de la: extrema derecha argentina, se encuentra en Uruguay tras haber optado por el extrañamiento al que le da derecho la Constitúción durante la vigencia del estado de sitio.
La provocación no ha descendido un ápice: otra potente bomba estalló en la noche del jueves frente a la escuela de educación técnica Norberto Piñero cuando se encontraban 200 alumnos en su interior.
Fueron notables los destrozos materiales, pero tampoco en esta ocasión se originaron víctimas humanas. Sin embargo, dos bebés recién nacidos, atendidos en la sección de Neonatología del hospital Paroissien, de Isidro Casanova, en el Gran Buenos Aires, fallecieron al tener que ser desalojados de sus incubadoras tras una amenaza de bomba.
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires en la ciudad de La Plata tuvo también anteayer que ser desalojado por amenaza de bomba.
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