El regreso de Isabel Pantoja
Todo en la vida de la tonadillera Isabel Pantoja es sonado, tanto la gloria como la tragedia. La gloria se cobra su tributo en tragedia, y viceversa. Ayer, Isabel Pantoja, que ha decidido volver a los escenarios, fue recibida en audiencia por los Reyes. A la salida del palacio de la Zarzuela estaban esperándola tantos periodistas como los que habitualmente esperan a un presidente de Gobierno.La audiencia real es sólo el primer paso oficial de la vuelta a la vida de una mujer, Isabel Pantoja, cuyo dolor tras la muerte por cornada de toro de su marido, Francisco Rivera Paquirri, ha sido uno de los más compartidos y comentados del reino.
Isabel Pantoja se presentará en Madrid a mediados de diciembre con una gala a beneficio de la Fundación Reina Sofía. Esta actuación será grabada por Televisión Española para un Especial Isabel Pantoja y coincidirá con la aparición de su nuevo disco, Marinero de luces, compuesto todo él por José Luis Perales.
La cantante ha firmado con su actual casa discográfica un contrato hasta 1990. Todo está, pues, preparado para una vuelta fulgurante y perfectamente programada.
Isabel Pantoja es seguramente la tonadillera joven más tradicional y con mejores facultades de los últimos tiempos, dicho sea con todos los respetos hacia Rocío Jurado, que también está grabando en estos momentos.
Pero desde que un toro mató a su esposo, Paquirri, en Pozoblanco (Córdoba), hace un año, la vida de Isabel Pantoja se convirtió en la letra de un cuplé: vestida de riguroso luto, sólo se dejaba ver en algunas ocasiones, ojerosa, triste, dolorida, dolorosa, llorando por los rincones al igual que la Zarzamora, y partiendo el corazón a las mujeres en todas las peluquerías del Estado.
Aunque las canciones que ha compuesto Perales para la resurrección permanecen celosamente guardadas, ya ha habido alguna filtración. Ya desde el título, Marinero de luces, se nos da una idea de lo que va a ser el disco. Una de las canciones, Pensando en ti, dice lo siguiente: "Estás aquí. / Te siento en cada espacio. / Te miro y tú sonríes, / y después te vas... / Cuántas noches en sueños / me he escapado contigo... / Cuánto tiempo esperando / desde que tú te has ido...".
Parece que José Luis Perales ha optado por el morbo, con lo cual Isabel Pantoja vuelve a la vida cantando a la muerte. En realidad, y sobre todo en España, la muerte ha sido en demasiadas ocasiones el clavo ardiendo al que se han agarrado muchos artistas, teólogos, predicadores y cupletistas.
Los mejores temas de Quintero, León y Quiroga rezuman sangre, tragedia y llanto. El peligro que puede tener esta nueva etapa de una gran tonadillera es que se la llegue a confundir con la imagen patética de Juana la Loca gritando por los caminos sus amores con un muerto.
Todo indica que José Luis Perales ha hecho canciones ensimismadas, pura tautología, decir lo mismo de lo mismo, escarbar las penas, plantar crisantemos, convertir a Isabel Pantoja en una macarena atravesada puntualmente por unos cuantos puñales, eternizar la tragedia.
A pesar de todo, la muerte siempre ha sido un buen negocio. La muerte siempre ha sido el motor de la vida. La gente, de ordinario, no se quiere morir, pero gusta de engolfarse en lo fúnebre. Por esta razón, no cabe la menor duda de que la vuelta de la Pantoja va a constituir un evento comercial de primera magnitud. Volver, vender, tal vez soñar.
["Ha sido increible" -declaró Isabel Panteja a Antena 3, al término de la audiencia- "He visto a dos seres entrañables, el rey y la reina, muy cariñosos conmigo. Estoy muy emocionada".
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