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Transportes utilizará las subvenciones para reestructurar la marina mercante

El Ministerio de Transportes proyecta utilizar las subvenciones a la marina mercante como un instrumento más de la política de actuación en el sector. Se trata, según fuentes oficiales, de seleccionar determinados tráficos y cargas como vía para lograr una serie de objetivos para el sector a medio y largo plazo. Hasta ahora, los 4.000 millones de pesetas de ayudas oficiales van dedicados cada año a subvencionar indiscriminadamente el consumo de gasóleo, sin tener en cuenta los tráficos cubiertos o las cargas transportadas. La utilización de las subvenciones se inscribe dentro del plan de saneamiento de la marina mercante.

El nuevo ministro de Transportes, Abel Caballero, plantea aprovechar el prometido y aún no presentado plan de flota para que sirva de verdadero programa de actuación para el sector. El ministro expuso recientemente las líneas de actuación a los representantes del sector, que, según fuentes oficiales, se "mostraron receptivos y no plantearon objeción alguna en cuanto al proyecto de modificar el destino y finalidad de las subvenciones".Los escenarios del plan de flota están siendo retocados, en base, fundamentalmente, al "efecto CEE". El ingreso en la Comunidad Económica Europea va a modificar sustancialmente los flujos comerciales de España, y el transporte marítimo debe orientarse en ese sentido. Así, determinadas importaciones procedentes de Estados Unidos, por ejemplo, se reducirán sustancialmente a partir del próximo mes de enero. Los intereses españoles pasarán, según los responsables del ministerio, por adaptarse a nuevos tráficos o privilegiar determinadas cargas, de ahí que buena parte de las ayudas oficiales se vuelque en este sentido.

El plan de flota tiene previsto acometer nuevas construcciones de buques a partir de 1990 para sustituir una parte de la flota, demasiado envejecida. Simultáneamente, el achatarramiento servirá para desprenderse del excedente actual de tonelaje. Las previsiones del plan parten de una flota actual que en conjunto suma seis millones de toneladas de registro bruto.

La reducción de flota prevista en los próximos años oscila, según sea optimista o pesimista el escenario de futuro elegido, entre 200.000 y 750.000 toneladas de registro bruto. A cambio, la flota mercante deberá dotarse de 1.180.000 toneladas nuevas. Las nuevas construcciones deberán ir orientadas a los tráficos que se persigue consolidar y tener en cuenta muy especialmente la reducción de consumo.

La crisis del sector viene determinada en parte por el escaso porcentaje que la flota española acapara (actualmente, un 42%) del total de importaciones transportadas por vía marítima. La Asociación de Navieros Españoles (Anave) calcula que sería necesario subvencionar los fletes un 20%. para poder compensar la desventaja que representan la obligación de comprar, asegurar y reparar el buque en España, condiciones que impiden competir internacionalmente.

Gestión de buques

La marina mercante ha atravesado una fuerte crisis en los últimos años, lo que se ha traducido en la quiebra de numerosas compañías y en una estructura minifundista del sector. Entre las medidas a tomar, a parte de incentivos, créditos y ayudas, figura la de reducir la dimensión de las tripulaciones como forma de rentabilizar la explotación de algunos barcos, aunque, según el ministerio, ello se hará respetando las condiciones de seguridad.Actualmente, el mayor armador es una institución oficial, el Banco de Crédito Industrial (BCI), que ha tenido que hacerse cargo de un centenar de barcos tras los sucesivos impagos de los créditos oficiales concedidos. A finales del pasado año el BCI tenía vigentes crédtos concedidos a navieras privadas por valor de 197.816 millones de pesetas. Los pagos morosos ascendían a 36.004 millones por amortizaciones, aparte de otros 28.196 millones por intereses y comisiones también vencidos. En cuanto a las navieras públicas, el importe de las cuentas de crédito era a finales del pasado año de 54.354 millones de pesetas, mientras que las cuentas morosas representaban un 11% de este total.

El banco ha subastado hasta el pasado 31 de julio un total de 20 buques, por un precio adjudicado de 5.594 millones de pesetas, según un documento remitido por el Gobierno al Congreso de los Diputados. Estos 20 barcos vendidos tenían créditos oficiales concedidos por valor de 11.532 millones, aparte de otras cargas no financieras que sumaban 1.536 millones. El Banco de Crédito Industrial ha puesto en marcha una sociedad de gestión de buques para intentar rentabilizar una parte de este patrimonio, que se deteriora amarrado a puerto.

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