El Gobierno jordano reacciona con cautela ante el plan de paz de Israel

El Gobierno jordano reaccionó ayer con cautela a la última propuesta israelí de poner fin "inmediatamente al estado de guerra entre los dos países" e iniciar conversaciones de paz "directas" antes de final de año. Mientras fuentes semioficiales jordanas en Amman manifestaron que no encontraban "nada nuevo" en el discurso del lunes de Simón Peres en la ONU, el embajador jordano en dicha organización, Abdulab Salah, declaró que "estaba siendo estudiado cuidadosamente" por su Gobierno.

"Puede que contenga muchas cosas o puede que pocas", añadió Salah en su escueto comentario al discurso de Peres. La Prensa Jordana dedicó ayer mayor atención al acercamiento entre Jordania y Siria, materializado la víspera en Riad (Arabia Saudí) con la mediación saudí y de la Liga Árabe. Los primeros ministros de ambos países, el jordano Zeid Al-Rifal y el sirio Abdel-Rauf Al-Kasm, firmaron un comunicado conjunto rechazando acuerdos parciales o separados con Israel.Aunque en los discursos del primer ministro israelí y del monarca jordano hace un mes, también en las Naciones Unidas, hay algunos puntos de coincidencia, otras diferencias importantes permanecen entre las dos partes. Hussein propuso unas negociaciones Jordanopalestinas con Israel bajo los auspicios de la ONU, mientras que Peres dijo que las conversaciones podrían comenzar con el "apoyo inicial" de una conferencia internacional.

En concreto, Hussein quiere la participación de todas las partes involucradas en el conflicto de Oriente Próximo, incluida la Unión Soviética, a la que Simón Peres parece excluir, al menos hasta que restablezca relaciones diplomáticas con Israel.

El primer ministro israelí invita a participar a los palestinos, pero no a miembros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). El monarca jordano está presionado por los países árabes y por la OLP para que incluya a ésta en la delegación como representante legítima del pueblo palestino. Sin embargo, el propio Hussein pareció aceptar la semana pasada la negativa del Gobierno Thatcher a recibir a una delegación mixta cuando los delegados palestinos no quisieron firmar un documento que rechazaba el uso de la fuerza contra Israel.

En fuentes diplomáticas árabes se estima, no obstante, que el principal obstáculo que tiene el rey Hussein es el de las negociaciones "por separado" con Israel, ya que el consenso general entre los árabes y palestinos desde el plan de paz de Fez, en 1982, es que las negociaciones se celebren en una conferencia internacional. Este dato fue incluido de nuevo en un documento de reconciliación firmado en Riad el lunes entre los primeros ministros de Siria y Jordania.

Según fuentes de la Liga Árabe que han participado en las conversaciones de reconciliación jordano-sirias, este acuerdo no representa una alternativa al alcanzado entre Jordania y la OLP en febrero pasado para iniciar conversaciones con Israel en el marco de una conferencia internacional.

En Washington, Ronald Reagan, volvió a pedir ayer al Congreso autorización para vender armamento a Jordania por valor de 1.900 millones de dólares (unos 304.000 millones de pesetas).

Un grupo mayoritario de senadores y representantes norteamericanos han informado a Reagan que sólo darán el visto bueno a esta venta si Jordania acepta entrar en negociaciones directas de paz con Israel.