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Crítica:FESTIVAL DE OTOÑO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El esplendor de Haendel

Acis y Galatea, de Gay y Haendel.Las conmemoraciones de Haendel presentan esta semana una fisonomía absolutamente inhabitual en Madrid. El domingo pasado, el English Bach Festival de Londres representó en el Albéniz Acis y Galatea (1718); el viernes el teatro de la Zarzuela abre su puertas a la ópera de Karlsruhe para ofrecer Xerxes (1738), y la Sinfónica de Euskadi y la Coral Andra Marí, dirigidas por Odón Alonso, ofrecen, por vez primera, si no me equivoco, el oratorio Teodora (1750). El esplendor del barroco, aquí y ahora, podrá completarse con las representaciones de Narciso, de Scarlatti, el casi español, y La Clementina, de Boecherini.Entre la ópera y el oratorio adoptando en ocasiones ambas formas, la funcionalidad de los coros o el dominio de los solistas resulta elemento decisivo entre uno y otro género. Por otra parte, para los espectadores de hoy, obras como la pastoral sobre el tan cultivado tema de las Metamorfosis, de Ovidio, nos ofrecen una cara positiva y otra, cuando menos, conflictiva: la emoción y la verdad humana, como dice Longchamps, se enfrentan con la convencionalidad.

Intérpretes: Peter Jeffes, Marie Angel, John Rath y Michael Goldthorpe

Grupos vocales e instrumentales del Bach Festival de Londres. Dirección: Robert Aldwinekle. Coreografía: Sarah Cremer. Vestuario: Monika Clifford. Realizador: Paul Hernon. Dirección general: Lina Lalandi. Teatro Albéniz. Madrid, 21 de octubre

En este sentido me parece que el montaje del English Bach Festival, que dirige la entusiasta Lina Lalandi, tiene más de convencionalismo, mientras el ofrecido en el festival de Asturias por la Camerata de Amsterdam resulta más emocional. Se trata de dos concepciones distintas en la interpretación del barroco, como son la inglesa y la holandesa, que a veces se muestran irreconciliables, sin contar con que existen terceras posiciones en desacuer do con una y con otra.

Yo no tendría inconveniente en denominar el estilo de los británicos escuchados ahora como italianista, en tanto los holandeses, a través de una búsqueda erudita, pretenden retornar a las fuentes, reconstruir un pretérito con capacidad de interesar al público de hoy, lo que hay que decir que consiguen plenamente.

Acis y Galatea, aparte la belleza cantable de las melodías, constituye un todo ingenuo en el que dominan los matices atenuados. Lo mejor del grupo londinense. es la notable interrelación entre mimo, danza, canto y orquesta, compuesta ésta por un reducido grupo de instrumentistas que combinan historicismo y naturalidad actual. El maestro Robert Aldwinckle obtuvo buenos resultados, y el cuadro de cantantes -sin divismo alguno- se comportó con excelente línea. De él destaca Michael Goldthorpe, que en otras ocasiones actuó como contratenor y en ésta prestó gravedad vocal y representativa al Polifemo. Cuidados los figurines y no tanto el escenario, en el conjunto de Lina Lalandi, aparte el citado artista, no vimos a ninguno de los participantes en las excelentes grabaciones discográficas de La princesa de Navarra, de Rameau.

El público que llenó el teatro Albéniz siguió con interés el desarrollo de la masque y aplaudió a todos los intérpretes, y el Festival de Otoño se apuntó un triunfo de excepción en otro terreno.

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