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Carlos Solchaga rechaza la petición del Grupo Popular para retrasar por un año la implantación del IVA

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, rechazó ayer, en términos muy enérgicos, la petición de la Coalición Popular para que el Gobierno retrase durante un año la implantación del impuesto sobre el valor añadido (IVA). "Mientras yo siga en este cargo, y espero continuar el primero de enero de 1986, el IVA será implantado en la fecha prevista", declaró. El responsable de la política económica se mostró optimista para el próximo año, en el que se insistirá en el ajuste y lucha contra la inflación y el déficit público.

En su primera aparición pública como titular de Economía y Hacienda, hecho que tuvo como marco los almuerzos de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), flanqueado por Claudio Boada y el profesor Fuentes Quintana, Solchaga resumió las grandes líneas de su política económica, que definió de "continuidad" en relación a la de Miguel Boyer y de profundización del ajuste de los desequilibrios heredados, señalando que la máxima prioridad para 1986, como ha quedado reflejado en los presupuestos del Estado, será la lucha contra el déficit público.Solchaga hizo un avance de lo que, a su juicio, será el próximo año. Anticipó una evolución muy favorable del sector exterior, como consecuencia de la previsible estabilidad monetaria internacional y de los recientes acuerdos de los cinco grandes (Estados Unidos, Francia, Reino Unido RFA y Japón) para intervenir en los mercados de cambio; predijo un incremento del consumo privado, como resultado del impacto de las medidas económicas del pasado mes de abril adoptadas por su predecesor; confió en un buen comportamiento de la inflación y señaló que el mantenimiento de la actual política monetaria, junto a las decisiones en el terreno presupuestario, permitirán una baja de los tipos de interés y de las cargas financieras

Solchaga dio a entender que la estabilidad monetaria internacional permitirá mantener la actual política sobre la peseta, ya que, dijo, "desde el primero de enero, nuestra moneda se ha revaluado en un 8% respecto al dólar y devaluado en un 10% con relación a las principales divisas europeas".

El ministro realizó una exposición previa sobre los planteamientos que el Gobierno se hizo, en los momentos inciales de la legislatura, antes de adoptar la política de ajuste. "Hoy podemos decir -señaló- que esa política está dando resultados, sobre todo frente a aquellos que preconizaban políticas expansionistas". Solchaga manifestó que, tras los logros alcanzados, "nunca como ahora han existido unas condiciones tan propicias para demostrar que la recuperación será posible de ahora en adelante".

El ministro se vio obligado a reconocer, sin embargo, que la política adoptada no ha dado resultados en el frente del empleo.

Pero aquí, Carlos Solchaga pareció culpar de la perseverancia de este problema a la herencia del pasado. "Nosotros -dijo- nos hemos visto obligados a aflorar un desempleo que ya existía en la economía. Lo mismo que ha sucedido con las empresas públicas, donde había pérdidas disimuladas, también se ha producido un fenómeno de disimulación de excedentes de mano de obra".

En cuanto a la filosofía y objetivos del presupuesto 1986, Solchaga reiteró que se trata de un intento firme para reducir el déficit público, cuyo crecimiento, señaló, se debe, fundamentalmente, a "sus inquietantes cargas financieras". Para remediar esta situación, el ministro afirmó que el Gobierno no ha tenido más remedio que optar por recortar los gastos y reducir el volumen de las inversiones públicas. Con ello se pretende alcanzar dos objetivos: no incrementar la presión fiscal y sentar las bases para que el motor de la economía pase a ser la recuperación de la inversión privada.

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