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El Ministerio de Transportes ha concedido una prórroga de un mes a Spantax para que presente un plan de viabilidad

Los ministerios de Transportes y Economía están dispuestos a intervenir la compañía privada de vuelos charter Spantax si la empresa no presenta un plan de viabilidad que pueda ser aceptado por la Administración. Las deudas de Spantax con el Estado se elevan a unos 8.000 millones de pesetas, y la voluntad de la Administración es la de solucionar este problema antes de que finalice el presente ejercicio. Si el plan de viabilidad de Spantax no es aprobado por los acreedores, la Administración se moverá entre dos opciones: asumir el agujero de la compañía, sanearla y venderla posteriormente o propiciar su quiebra.

El presidente de Spantax, Rodolfo Bay, el director comercial de la compañía y un experto recientemente fichado, encargado de dirigir la operación de saneamiento de la empresa, negociaron la pasada semana con José Ramón Pérez Villares, asesor del ministro de Transportes, una prórroga para la presentación de un plan de viabilidad.Según los compromisos adquiridos con anterioridad entre la empresa y sus acreedores, la Dirección General de Aeropuertos, la Dirección General del Tesoro y la Tesorería de la Seguridad Social, Spantax debería haber presentado su plan de viabilidad a principios del presente mes de octubre.

La empresa de vuelos charter consiguió obtener un prórroga de un mes para presentar su plan de viabilidad, pero deberá hacer frente a sus deudas con la Seguridad Social, correspondientes a los últimos cuatro meses -en una negociación anterior con dicho organismo había pactado una moratoria en sus pagos anteriores a julio y la puesta al día en sus pagos a partir de dicho mes-, con la correspondiente sanción por atraso del 20%. La deuda global de la compañía con sus acreedores se eleva, según fuentes del Ministerio de Transportes, a unos 8.000 millones de pesetas.

La cuantía de dicha deuda es lo que ha forzado a la Administración a plantearse una solución de futuro para. Spantax. Según fuentes solventes, en Transportes y Economía se barajan dos únicas alternativas: que el Estado asuma el volumen de deudas de la empresa para proceder a su saneamiento y posterior venta.

La segunda opción que se baraja es la de promover la quiebra de la empresa. De momento, no hay una postura definida por ninguna de estas dos opciones, pero en el Ministerio de Transportes se espera alcanzar una solución antes de fin de año.

Socio extranjero

Según fuentes de la empresa, Spantax lleva negociando desde hace bastantes meses la posibilidad de que alguna empresa, preferentemente extranjera, entre en el capital social de la compañía. Las mismas fuentes han insistido en que "las negociaciones están muy adelantadas y la decisión final del posible nuevo socio depende de la presentación del plan de viabilidad". En Transportes, por el contrario, se asegura que "no se tiene noticia alguna sobre dichas negociaciones, pero si realmente entrara en la compañía capital nuevo, ya fuera nacional o extranjero, consideraríamos la nueva situación".En cualquier caso, lo que tienen muy claro en el Ministerio de Transportes es que Spantax no pasaría en modo alguno a engrosar la lista de las empresas públicas. La Administración ha esperado, hasta estas fechas para plantear la solución de Spantax "porque no era conveniente actuar en época turística".

En los dos últimos años, la compañía de vuelos charter ha venido realizando un importante esfuerzo de renovación de flota que le ha llevado a adquirir en este lapso de tiempo un avión DC-10 y tres Boeing 737. Para estas operaciones Spantax utilizó avales propios y liquidó la flota de cinco DC-9. Al finalizar el pasado ejercicio, la compañía contaba con una plantilla de aproximadamente unos 830 trabajadores. Este componente de plantilla podría forzar a la Administración a evitar, en el caso de que interviniera finalmente la empresa, la solución de quiebra.

Spantax, que en 1972 había llegado a ser una de las compañías punteras en vuelos charter a nivel mundial, ha experimentado en los últimos años una fuerte crisis financiera. El año 1980 representó para la compañía una grave disminución en su cifra de negocios. Aunque el balance registró un resultado positivo, ello fue posible gracias a la venta de activos.

Al año siguiente, la sociedad puso en práctica un expediente de regulación de empleo que afectó a 258 trabajadores. En 1983, después de un proceso de ajuste, Spantax cerró el ejercicio con 46 millones de pesetas de beneficio.

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