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Las nuevas tecnologías permiten a los usuarios una mayor participación, según los expertos

Las nuevas tecnologías favorecen, al menos potencialmente, a los usuarios de los medios de comunicación, porque les permiten una mayor participación. Éste es uno de los principios generales en los que se mostraron de acuerdo muchos de los participantes en el simposio internacional La revolución informática en los medios de comunicación, inaugurado ayer en Madrid por el presidente de la comunidad autónoma, Joaquín Leguina.

El debate, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos y por la facultad de Ciencias de la Información de Madrid, con el patrocinio de Rank Xerox España, ha reunido a medio centenar de expertos, teóricos, periodistas y técnicos de comunicación españoles y extranjeros para estudiar las consecuencias sociales y profesionales de la aplicación de las nuevas tecnologías de los medios de masas. Las sesiones serán clausuradas esta misma noche.Los participantes en los dos paneles de discusión de ayer centraron su intervención -tras una presentación de Carlos Luis Álvarez, presidente de la Asociación de Periodistas Europeos-, por una parte, en las consecuencias que tienen las nuevas tecnologías para el público, y por la otra, para los profesionales que trabajan en los medios y en qué medida la lucha por la instantaneidad y la velocidad que suponen estos nuevos medios pueden repercutir en la calidad de los contenidos.

Desde una perspectiva jurídica, el abogado y periodista holandés del NRC Handesblad Frank Kuitenbrouwer defendió la necesidad de que los nuevos sistemas de información sean diseñados de tal manera que todos los ciudadanos que lo deseen puedan participar en ellos. "La libertad de información", dijo, "no es sólo la libertad de emitir y recibir, sino también la de participar en los nuevos medios .

Desde otra perspectiva más amplia, el profesor Brandley Greenberg, de la universidad del Estado de Michigan, dijo que los usuarios tendrán acceso, a través de unos 50 nuevos sistemas tecnológicos, no sólo a mensajes informativos, sino también a otros conocimientos -educación, ciencia-, "por lo que se impondrá la necesidad de educar a los usuarios para el acceso personal a las fuentes, puesto que no se necesitará ningún intermediario. Este sistema tiene una parte claramente positiva, y es que el usuario se convierte en un elemento activo".

El profesor José Jiménez Blanco, de la universidad Complutense, suscribió esta última idea, "porque en democracia lo importante es participar", aunque planteó la duda de si con la invasión de las nuevas tecnologías sena mayor el efecto narcotizante de los medios, al ser mayor el caudal de la información que reciben los usuarios.

No aumenta la creatividad

Las repercusiones en la calidad de la información y en el trabajo de los profesionales fueron analizadas, entre otros, por Emilio Rey, director general adjunto del grupo Zeta; James Plante, de la NBC News (Estados Unidos), y Flora Lewis, columnista de The New York Times. Para Emilio Rey, la aplicación de las tecnologías supone ganar la batalla de la legibilidad, "aunque la nueva tecnología aplicada al periodismo no lleva implícita una mayor creatividad ni una mayor libertad".En opinión de Plante, uno de los aspectos más importantes de las nuevas tecnologías es la velocidad de transmisión, "lo que no quiere decir que con ello quede asegurada la calidad. Corresponde al periodista el esfuerzo para mantener esta calidad". Flora Lewis sostuvo de forma crítica que la tecnología ha cambiado la comunicación en el sentido de haberla hecho más rápida y más gráfica, "pero lo que no ha cambiado es el acceso a las fuentes de información; sólo han cambiado las maneras en que se puede entregar esta información una vez que se ha recogido y ordenado".

El panel Producción y codificación de la información en las nuevas tecnologías, que fue introducido por Ángel Benito, decano de la facultad de Ciencias de la Información de Madrid, contó con la participación, entre otros profesionales, de Julio Alonso, subdirector de EL PAÍS, y Antonio Garrido Buendía, jefe de confección de Abc. Ambos coincidieron en señalar la tendencia hacia un periodismo sin talleres, que se registra en estos momentos en los medios escritos, debido a la introducción de las nuevas tecnologías.

Julio Alonso afirmó que la auténtica revolución que han producido estas nuevas tecnologías, en el periodismo escrito es que el centro de gravedad se ha desplazado desde los talleres hasta las redacciones. "Con las nuevas tecnologías, el periodista no sólo puede escribir su texto, sino también maquetarlo, reproducir flótografilas, transmitirlo a distancia y tener acceso a bancos de datos. El periodista, de esta forma, es más polivalente y a la vez más dueño de sus textos, pero corre el riesgo de convertirse en un manipulador, sobre todo cuando utiliza mal las bases de datos".

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