La URSS evacua de Líbano a un centenar de soviéticos
Cerca de un centenar de ciudadanos soviéticos, en su mayoría familiares de los diplomáticos y algunos funcionarios de la Embajada en Beirut, fueron evacuados ayer hacia Damasco, desde donde volaron directamente hacia Moscú. A media mañana de ayer, en medio de un dispositivo de seguridad extraordinario, integrado por una compañía de las fuerzas de seguridad interior de Líbano y por 150 milicianos del Partido Socialista Progresista druso (PSP), según Radio Beirut, embarcaban en cuatro autobuses.
El ministro del Gobierno libanés y dirigente de los drusos, Walid Jumblat, proporcionó a la expedición una escolta formada por los hombres de su guardia personal. Además de haber cortado todas las calles que desembocan en la Embajada soviética, el PSP desplazó a la zona cuatro carros de combate T-54, modelo soviético, y la policía libanesa, media docena de vehículos de transporte blindados.Las fuertes medidas de seguridad alrededor de la Embajada soviética se relacionaban con la amenaza lanzada el miércoles por la Organización de Liberación Islámica-Fuerzas de Jaled Ben al Walid de "hacer saltar" la misión diplomática en 48 horas si los soviéticos no abandonaban el "Beirut islámico", el Oeste. Esta organización secuestró a cuatro funcionarios de la Embajada el pasado lunes y asesinó el miércoles a uno de ellos, Arkadi Katkov, de 32 años, agregado consular. La suerte de los tres restantes, Valeri Mirikov (37 años), agregado comercial; Oleg Spirin (32 años), secretario, y Nicolai Sverski, (40 años), médico de la misión, sigue siendo una incógnita, pues los secuestradores no han difundido comunicado alguno desde el miércoles por la noche.
El encargado de negocios soviético, Yuri Suslikov, declaró el jueves, tras entrevistarse con el presidente Amín Gemayel: "Cada minuto espero malas noticias".
Acuerdo de las seis milicias
Sin embargo, la esperanza de que los tres soviéticos aparezcan con vida ha surgido de nuevo con el alto el fuego que se observaba ayer en la ciudad y tras el acuerdo que firmaron en la madrugada de ayer, viernes, en Damasco las seis milicias que combaten en Trípoli desde el día 15. La firma fue realizada en presencia del presidente sirio, Hafez el Asad, por mediación de una delegación iraní.
Este acuerdo estipula el cese de las hostilidades; el desarme total de las milicias bajo la directa supervisión del Ejército sirio -que mantiene en el norte de Líbano, alrededor de Trípoli, 7.500 hombres-; la formación de un comité de seguridad que, bajo las órdenes del jefe de las fuerzas sirias y con la participación del Ejército libanés, se encargue de la seguridad de la ciudad; la creación de otro comité civil, dirigido por el primer ministro libanés, Rachid Karame, diputado de la ciudad, para ocuparse de la reconstrucción de Trípoli y de la vuelta de los cerca de 300.000 habitantes que la abandonaron, y, por último, la restauración de la actividad política "dentro de un marco democrático".
La actividad política les fue vedada en los dos últimos años a los partidos prosirios por la hegemonía que implantó el Movimiento de Unificación Islámica (MUI), de los integristas suníes. Además del MUI, cuyo jefe fue custodiado desde Trípoli hasta Damasco por la delegación iraní, firmaron el acuerdo el Partido Árabe Democrático, el Partido Comunista Libanés, el partido de Acción Comunista, el Partido Nacional Social Sirio y la organización del partido Baaz en Líbano.
'Ejecución' no confirmada
La anunciada ejecución de uno de los seis secuestrados estadounidenses, William Buckley, consejero político de la Embajada de Estados Unidos en Beirut, no había sido confirmada a últimas horas de ayer.
En la madrugada anterior, la organización Yihad Islámica (Guerra Santa Islámica), que había reivindicado el secuestro de Buckley el 16 de marzo de 1984, anunciaba su ejecución como represalia por el bombardeo de la aviación israelí sobre el cuartel general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Túnez el pasado martes.
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