El viaje secreto
La prímera noticia sobre la grave enfermedad que aquejaba a Rock Hudson se tuvo en París el verano pasado. El actor norteamericano se trasladó, en completo secreto, a la capital francesa con la esperanza de que los médicos del Instituto Pasteur, uno de los centros de investigación más avanzados del mundo, retrasaran el proceso del .Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) que padecía desde hacía un año.Su estancia en París hubiera pasado, sin embargo, inadvertida si no fuera porque su estado de salud se agravó repentinamente, hasta el extremo de que su secretaria, tras consultar a los agentes de Hudson en Califomia, decidió internarle en el Hospital Americano de Neuilly.
Hudson estaba terriblemente delgado y, pese a sus 59 años, muy avejentado. En los primeros días, agentes norteamericanos del actor pretendieron mantener la ficción y convencer a los medios de comunicación de que Hudson padecía un cáncer de hígado. Su representante en Francia decidió, por el contrario, decir la verdad y acabar con los rumores: "Rock Hudson sufre el SIDA y está en tratamiento desde hace 12 meses".
Sólo entonces se supo que el actor había visitado repetidas veces el Instituto Pasteur. Los científicos norteamericanos y franceses compiten duramente desde hace más de un año en la investigación del SIDA. Los médicos del Pasteur fueron los primeros en identificar el virus que produce la enfermedad y los primeros en poner a punto un análisis capaz de detectar si una persona ha estado en contacto con dicho virus. Los tratamiento de la enfermedad difieren mucho, a un lado y a otro del Atlántico, aunque nadie es capaz de ofrecer hoy por hoy la posibilidad de una curación. "Nosotros intentamos retrasar el proceso del SIDA y aliviar las consecuencias fisicas más inmediatas, al tiempo que seguimos investigando para lograr una vacuna o un tratamiento más efectivo", explican los portavoces del Pasteur. Rock Hudson buscaba precisamente eso en París: unos meses más de vida.
