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Crimen, SA

La delincuencia organizada, con un millón de 'empleados', es la 'empresa' más importante de Italia

Juan Arias

Es una empresa con un balance económico de unos 15 billones de pesetas y casi un millón de empleados. Es clandestina y ofrece a veces ganancias hasta del 90%. Es la delincuencia organizada. Acaba de ponerla sobre el tapete el Centro de Investigación para las Inversiones Sociales (Censis), uno de los institutos de estudios más serios, científicos y prestigiosos de Italia, que cada año ofrece una verdadera radiografía del estado de salud económica y social de este país.A este estudio, el Censis lo ha apellidado Dossier ilícito, y la Prensa lo está bautizando con nombres diversos: La Italia de los ladrones ha titulado Paese Sera, o bien, Balance del crimen, como ha escrito Repubblica, mientras Il Messaggero lo ha llamado Delito: empresa colosal.

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Los investigadores del Censis que han trabajado en el asunto casi dos años, con quince expertos, alertan que las cifras son evidentemente indicativas, tratándose de una empresa no sólo ilícita, sino profundamente clandestina; pero estiman que las cifras, precisamente por ello, se quedan por debajo de la realidad.

Sólo han sido considerados los delitos relacionados con operaciones económicas o de servicios, y por eso ha sido excluida, por ejemplo, la actividad terrorista. Han sido individualizadas 12 especialidades de ganancias o de servicios clandestinos e ilícitos: droga, armas, contrabando de obras de arte, prostitución, juego de azar, chantajes, atracos, robos, contrabando en general, tráfico de divisas, sobres o mordidas y otras actividades varias.

No ha sido fácil para los investigadores -deslindar en algunos casos lo lícito de lo ilícito. Existe, por ejemplo, en este país una fuerte economía sumergida, no criminal, pero de algún modo no controlada oficialmente, aunque soportada. ¿Es ilícita? Para ello han entrevistado a miles de personas, y ha sido gracias a estas entrevistas como el Censis ha trazado la lista de las actividades ilícitas según la valoración de la opinión pública. La gran sorpresa es que en el primer puesto, con sólo un 60,3%, aparece como gravedad de delito y urgencia de denunciarlo la compraventa de recién nacidos. Los expertos lo justifican por la gran sensibilidad que en este país existe hacia la infancia y por la gran demanda que hay para la adopción de niños abandonados. Siguen en la graduación los secuestros de personas y los atracos a mano armada, con un 59% los robos en los apartamentos, con un 56%, y la venta de droga dura, con un 52,3%. En los delitos económicos considerados menos graves aparecen el contrabando, con un 18,7%, y los robos pequeños, con un 25%.

Según el análisis de Giuseppe de Rita, secretario general del Censis, la gente considera menos graves y con menor responsabilidad para denunciarlos los delitos más difundidos, a los que poco a poco se va acostumbrando, como, por ejemplo, los abusos en la construcción o el absentismo continuado en el trabajo, que ha obtenido un índice de gravedad de un 26,3%.

Delito organizado

Pero, según De Rita, lo grave hoy de la gran industria económica del crimen en Italia no está en los delitos individuales, sino en los organizados, y ahí caben desde la droga a los secuestros.

El trabajo presentado por el Censis no entra en análisis de tipo moral. Estudia sólo la envergadura económica de una empresa que maneja billones de pesetas, y se pregunta si todo este dinero debe o no considerarse riqueza, prescindiendo de su ilicitud, y distingue entre las diversas actividades. En algunos casos se trata más bien de redistribución ilícita de la riqueza, como en el caso de los robos; en otros, de verdadera creación de riqueza, aunque ilícita, como en el caso de la droga, ya que la materia prima o preparación tiene pocos costes y la ganancia es enorme, llegando a un 90%.

En otros casos se trata más bien de un servicio ofrecido ilegalmente a los ciudadanos, como el de las 50.000 prostitutas clandestinas, pero que al mismo tiempo mueven dinero y crean puestos de trabajo.

La importancia de presentar en cifras la gran empresa del crimen y de la ilegalidad es, según el Censis, el hecho de que los números impresionan más a la gente que cualquier otro tipo de consideraciones abstractas o moralistas.

La dificultad, sin embargo, de combatir a esta gran fábrica económica clandestina es inmensa. En primer lugar la falta de trabajo para muchos ciudadanos es lo que empuja a muchos jóvenes a acudir a la empresa del delito. En segundo lugar, la facilidad de ganancias con dicho trabajo clandestino, aunque comporte mayores riesgos. Por eso ocupa a tantos cientos de miles de jóvenes menos preocupados por el riesgo que por la ganancia fácil.

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