La AT&T prueba en Canarias un cable submarino de fibra óptica
La multinacional estadounidense American Telephone and Telegraph (AT&T) experimenta en Canarias, por primera vez en la historia, en colaboración con la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), un cable submarino de fibra óptica, el Optican. La AT&T pretende, de esta manera, competir con la industria de los satélites en la recta final de la carrera por el dominio de las comunicaciones del año 2000. "Canarias será el laboratorio internacional en el que el teléfono será transformado en una ambiciosa terminal de datos, es decir, en el teléfono del futuro", señaló a este diario Vicente Quilis Esquerra, delegado provincial en Tenerife de la CTNE.
El Long Lines, de Nueva York, uno de los buques cableros de mayores proporciones en su modalidad, conecta desde anteayer un tendido de fibra óptica en las profundidades marinas que separan a Tenerife de Gran Canaria, unos 124 kilómetros. El cable entrará en funcionamiento, con toda probabilidad, a principios del próximo año. En abril de 1986 está previsto que el presidente de la CTNE, Luis Solana, lo inaugure oficialmente. Su puesta en servicio no sólo será de vital importancia para el tráfico telefónico de las islas (los cables análogos de cobre que funcionan en el archipiélago, los pencan 1 y pencan 2, están actualmente saturados) con vistas al futuro, sino, además, fundamental para determinar las posibilidades que plantearía su comercialización."El cable de fibra óptica abaratará el teléfono y su calidad será superior a la que conocemos hoy para este tipo de sistemas de comunicación", dijo Quilis Esquerra.
El acuerdo entre la AT&T y la CTNE, firmado en 1983, para la prueba de este soporte telefónico fue el primero de los suscritos entre las dos empresas, dos años antes del reciente acuerdo para la instalación en suelo español de una fábrica de producción de chips de la citada multinacional.
La AT&T eligió Canarias para ensayar su revolucionario cable por las condiciones geográficas y poblacionales, especialmente, dijo su ingeniero jefe, M. Jeffcoat. Había pensado, primeramente, en Egipto, Chipre, Grecia y Hawai. Canarias ofrece la ventaja de una ruta corta (de 60 a 100 millas náuticas), grandes profundidades marinas (hasta 3.400 metros) y una alta demanda de comunicaciones telefónicas debido a su considerable población. Durante tres años se había estudiado este proyecto con toda minuciosidad. El cable emplea tecnología digital, la transmisión de ondas se efectúa por bits (impulsos eléctricos) y los repetidores emplean la técnica del láser.
Cable transoceánico
Éste sería el primer paso antes de instalar, probablemente en 1988, el primer cable submarino transoceánico, el TAT-8, que enlazará Estados Unidos y el Reino Unido. Este sistema de comunicación, que cumple las normas del Comité Consultivo Internacional Telegráfico y Telefónico (CCITT), obrará, con toda seguridad, el milagro del teléfono del año 2000. La utilización del cable permitirá la transmisión, con inmejorable calidad, de televisión en color, envío de datos a gran velocidad (información bancaria, por ejemplo), facsímil digital (reproducción de documentos con fidelidad) y videoconferencias (comunicación inmediata de reuniones de trabajo).Aunque el cable de fibra óptica ya se emplea en su modalidad terrestre, ahora se abre el desafío de su uso a través del fondo del mar. Este sistema de fibra óptica que se instala entre Tenerife y Gran Canaria es capaz de ampliar los 2.000 circuitos de capacidad de un cable análogo (el convencional) a 38.400 circuitos. Su techo de vida está fijado en 25 años. El cable estará unido entre Las Caletillas (Tener¡fe) y Las Canteras (Gran Canaria). Durante las tareas de prueba se procederá a romper a propósito el cable (simulando una rotura por el ancla de un barco) para una vez efectuada la reparación comprobar su grado de resistencia.
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