Un problema negociable
El conflicto en relación con la presencia de Juana de Aizpuru -que no ha querido opinar sobre el asunto- al frente de Arco es considerado por los galeristas consultados como un problema negociable y menos grave que el de la ausencia de un carácter más colegiado de las decisiones. Para Evelyn Botella, directora de la galería Aele y presidenta de la Asociación Madrileña de Galerías, es mejor la fórmula de ferias como Basilea y París, donde el director pertenece a la entidad ferial, y sólo en los casos de los presidentes de los comités hay galeristas de alto prestigio. "En España", dice, "al ser Juana de Aizpuru directora y, por tanto, empleada de IFEMA, no puede defender con equidad a ambas partes ante un conflicto".
Galeristas como Antonio Machón y Manuel G. Montenegro, miembros del comité organizador de Arco 86 que no se encuentran entre los firmantes del documento, coinciden en considerar como razonable la propuesta de un mayor peso del comité que supusiera una gestión más plural. Pese a ese acuerdo, Antonio Machón considera que la presencia de un galerista como director de Arco no es motivo de incompatibilidad.
El presidente del comité, Antonio Bonet Correa, considera que su papel debe ser el de intentar favorecer el diálogo. Le parece razonable un equilibrio entre comité y dirección, pero entiende que la posición que personalizaba la cuestión en tomo a la directora era absurda.