El líder del Frente Amplio afirma que en su país hay hambre

Líber Seregni, el general que durante los 10 años de su permanencia entre las paredes del régimen militar uruguayo se convirtió en el símbolo de la resistencia a la dictadura, llegó el domingo a Madrid. El objetivo, de la visita del presidente de la coalición Frente Amplio es el de cumplir con el "deber moral" de expresar el "agradecimiento del pueblo uruguayo por la solidaridad manifestada por España a sus exiliados, el apoyo dado a la lucha para el restablecimiento de las libertades democráticas en su país" y la liberación del propio general. En opinión de Seregni, "Uruguay tiene que salir del pozo a través de un plan de emergencia elaborado por consenso".

Líber Seregni, de 68 años, es considerado como la figura carismática que logró unir a la izquierda uruguaya. Participó como candidato por el Frente Amplio en las elecciones presidenciales de 1971. El pasado 2 de noviembre, Seregni no pudo participar en los comicios debido a la proscripción que aún pesaba sobre él para el ejercicio de sus derechos políticos. Su partido, sin embargo, logró situarse como tercera fuerza política del país detrás de colorados y blancos que le llevaban la ventaja de dos años de actividad política legal.Pregunta. ¿Está consolidada la democracia en Uruguay?

Respuesta. Uruguay está pasando actualmente por un momento difícil, marcado por la más seria crisis económica de toda su historia, que se caracteriza por el peso de una deuda externa imposible de pagar, un tremendo descenso del poder adquisitivo de los salarios -que se hallan en un 46% menos de lo que correspondía a 1968-, una paralización de la industria que en algunos sectores llega al 90% de su capacidad y un paro del 15%.

Todos los partidos y fuerzas sociales que intervinimos en el tránsito de la dictadura a la democracia sabíamos que estos problemas debían ser prioritarios para el asentamiento del régimen civil. Aunque pongamos voluntad en ello todavía hoy no hemos logrado hallar los caminos de salida a esta situación angustiosa, que ha creado un clima de inquietud y movilidad aunque no de enfrentamiento.

"La solución está en el diálogo"

P. ¿Cuáles son las relaciones entre el Frente Amplío y el Gobierno del presidente Julio María Sanguinetti?R. Nuestra relación con el Gobierno es muy buena por lo que se refiere a los planteamientos de la política exterior, buena en cuanto a la conducción política (trámite parlamentario y relaciones entre los partidos) y bastante deficiente respecto a la política económica. Nosotros, por ahora, preferimos no definirnos como oposición porque estamos convencidos de que hay que salir del pozo a través de unos planes de emergencia elaborados por consenso. La solución. se halla en el desarrollo de un diálogo honesto y abierto, entre todas las fuerzas políticas.

P. ¿En qué estriban sus diferencias con la política económica desarollada por el actual Gobierno?

R. La diferencia fundamental es que nosotros consideramos que el motor de reactivación de la economía debe basarse en el aumento de la demanda tanto externa como interna, a través del aumento de la capacidad adquisitiva y del aumento del salario real. El Gobierno cree, en cambio, que debe hacerse dando prioridad a las exportaciones, y se resiste a un aumento de los salarios por considerar que ello constituye una fuente inflacionaria. Creemos que, en las circunstancias actuales, el mercado no puede constituirse en elemento regulador de la vida económica de nuestro país¡ y propugnamos en su lugar una fuerte acción indicativa por parte del Gobierno.

P. ¿No cree que la presión que están ejerciendo actualmente los sindicatos sobre el Gobierno puede poner en peligro la estabilidad democrática?

R. No creo que la cadena de huelgas que está desarrollándose en los últimos días esté amenazando la estabilidad del país. Como en todas las sociedades que pasan de un régimen dictatorial a un restablecimiento de las libertades sindicales y del derecho de huelga, en Uruguay se ha producido un destape excesivo en este sentido. A ello hay que añadir la falta de experiencia de los actuales cuadros sindicales, que han tenido que ser reconstituidos tras 12 años de inactividad. Pero la realidad de fondo es que en Uruguay ahora hay hambre, y lo que hay que hacer es intentar corregir las causas de las protestas y no rasgarse las vestiduras ante sus efectos.

P. ¿Se vana juzgar y castigar en Uruguay a los militares responsables de la violación de derechos humanos y delitos económicos durante la dictadura?

R. Se han desarrollado investigaciones, tanto en el plano de los delitos económicos como en el de las violaciones de los derechos humanos, que están avanzando en la justicia penal ordinaria, que ya ha dispuesto procesamientos. En cuanto a la actitud de los militares hacia este tema, no se trata de que acepten o no estos hechos, sino de que el Estado haga justicia. Y el Estado tierie que poder actuar en este sentido, porque de lo contrario. no labría democracia.

P. ¿Las diferencias existentes entre los grupos que integran el Frente Amplio pueden poner en peligro su cohesión?

R. El Frente Amplio es un fenómeno, insólito, ya que en él convergen, fuerzas tan distintas como son los democristianos, grupos marxistas de todos los signos y los movimientos de formación filosófica liberal. Pero es en esa capacidad de polémica donde radica su principal fuerza. Se discute con pasión, pero cuando se alcanza una decisión se acata unánimemente. El Frente Amplio ha resistido la prueba de la dictadura, y con sólo tres meses de actuación, frente a los dos años de los demás partidos, es el único grupo que ha logrado crecer tanto en términos reales como porcentuales. Y sobre todo el Frente Amplio se ha convertido en la más severa opción de Gobierno inmediata.

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