"La sociedad no puede marginar a las fuerzas armadas", declara en Madrid el líder del Frente Amplio uruguayo
Para el general uruguayo Líber Seregni, "lo peor que puede hacer una sociedad que quiere la democracia es marginar a las Fuerzas Armadas". Seregni, líder del Frente Amplio, coalición de partidos de izquierda, hizo estas declaraciones en Madrid durante la mesa redonda que ayer por la mañana abrió el primer Congreso Iberoamericano de Sociología Militar.La apertura del congreso corrió a cargo del presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI), Luis Yáñez, quien manifestó que el objeto principal del congreso es estudiar los mecanismos necesarios para constituir una comunidad iberoamericana integradas por democracias estables. "Éste es el momento idóneo para ello", dijo Yáñez, "pues la democracia es, en América Latina, el sistema político numéricamente más importante y sólo restan islotes fascistas y estalinianos".
En la mesa redonda participaron, junto a Líber Seregni, el exministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún; el diputado socialista y presidente de la comisión de Defensa del Congreso, Guillermo Galeote; el ex ministro de Defensa de Bolivia, coronel Manuel Cárdenas; el teniente coronel portugués Vasco Lourengo, uno de los organizadores de la revolución de los claveles de 1974; y el coronel salvadoreño Alonso Manjano.
Líber Seregni, quien permaneció durante varios años encarcelado en su país por el Gobierno militar, dijo que no se puede encerrar en guetos a las Fuerzas Armadas, marginándolas de la sociedad, y afirmó que la política de neoliberalismo económico de la Escuela de Chicago no puede ser aplicada en regímenes democráticos porque conduce a situaciones de totalitarismo.
Agustín Rodríguez Sahagún consideró que, transcurridos diez años desde la muerte de Franco, se puede decir que, con excepción de comportamientos minoritarios, las Fuerzas Armadas españolas han acatado la voluntad popular y han asumido su papel, tomando una actitud de neutralidad expectante.
"Ésto", explicó, "se ha producido por cuatro causas: la fórmula de transición adoptada, el papel jugado por el Rey, el proceso de cambio de las Fuerzas Armadas para cumplir su misión y la toma de conciencia de los Ejércitos de que no debe haber en ellos elementos de desunión". Tras señalar que en una sociedad democrática no existe el poder militar, sino únicamente el poder civil, y que las Fuerzas Armadas actúan a las órdenes del Gobierno legítimamente constituido, Rodríguez Sahagún manifestó que "hay que evitar tanto la tentación del militarismo como la del antimilitarismo".
El coronel Cárdenas sugirió el estudio de las actitudes de los partidos políticos respecto a las Fuerzas Armadas y declaró que es preciso concienciar a los Ejércitos para que mantengan la democracia frente a los intentos desestabilizadores tanto de la extrema izquierda como de la extrema derecha.
El portugués Vasco Lourengo analizó los hechos que llevaron al Ejército de su país a intervenir contra la dictadura de Salazar el 25 de abril de 1974 y afirmó: "Las Fuerzas Armadas son por naturaleza conservadoras, y aunque asuman un papel protagonista en un momento concreto deben estar alejadas del Gobierno".
Por su parte, el coronel Majano señaló que "las Fuerzas Armadas no deben asumir ningún papel en la política partidista, pero deben ser conscientes de los problemas nacionales y ayudar a que se resuelvan".
