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SANIDAD

La psicosis de pánico desencadenada en Brasil por el SIDA altera las costumbres sexuales de la población

Brasil puede estar sentado sobre la bomba del síndrome de inmunodericiencia adquirida (SIDA) si la epidemia, que hasta ahora afectaba sobre todo a la clase media, sigue extendiéndose por los barrios bajos de sus más importantes ciudades, según Ricardo Veronese, profesor de enfermedades infecciosas en la universidad de Sâo Paulo. Este experto asegura que las pruebas realizadas en 20.000 muestras de sangre recogidas en Sâo Paulo evidencian una mayor incidencia del SIDA en esta ciudad que la registrada en Estados Unidos. La psicosis de pánico ante el SIDA ya ha comenzado a modificar las costumbres sexuales de los brasileños.

Con un resultado oficial, hasta el 20 de agosto, de 415 enfermos y 201 muertos desde la aparición de la enfermedad en 1982, Brasil ocupa el cuarto lugar de los países afectados, después de Estados Unidos, Haití y Francia. La mayoría de los casos ha aparecido en Sâo Paulo, una ciudad de más de 14 millones de habitantes.Las pruebas han revelado la presencia de anticuerpos en la sangre del ciento por ciento de los hemofílicos, el 65% de los homosexuales y el 40% de los travestidos, según Veronese.

Según declaró Veronese, "en Estados Unidos, donde hay más de 10.000 casos, las pruebas del Departamento de Sanidad se hicieron sobre más de un millón de muestras de sangre procedentes de todos los Estados, mostrando una incidencia del 0,25%. En Sâo Paulo, la incidencia de la enfermedad es de 0,32%".

"En base a esto", dijo, "se puede pronosticar que aparecerán 5.000 casos más en los próximos dos años". Añadió que "hasta ahora las principales víctimas del SIDA han sido homosexuales pertenecientes a la clase media, pero si el SIDA llega a los arrabales, donde la promiscuidad es mayor y las condiciones sanitarias deficientes, puede darse una auténtica explosión".

El Gobierno se ha apresurado a minimizar la importancia de la enfermedad. "No hay epidemia de SIDA", declaró recientemente el ministro de Sanidad, Carlos Santana. Añadió que no puede compararse esta enfermedad con la malaria, con 100.000 casos en Brasil.

El portavoz de un grupo que ayuda y aconseja a las víctimas del SIDA en Sâo Paulo dijo que se han recibido unas 100 llamadas telefónicas diarias y varias docenas de cartas de gente ansiosa de informarse sobre la enfermedad. Esta oleada de pánico ante el SIDA coincide con a vasta campaña de información lanzada en los últimos días por la totalidad de la Prensa local para responder a la creciente preocupación de los lectores.

El terror de una epidemia es tal que 80 gatimpeiros (buscadores de oro) de la sierra Pelada, (a 3.500 kilómetros al norte de Río de Janeiro), todos homosexuales, acaban de ser expulsados de las minas auríferas por el temor a la aparición del SIDA en esta zona, donde unos 80.000 aventureros buscan las preciadas pepitas.

Decadencia de travestidos

El miedo al SIDA, provocado por las cifras alarmistas difundidas por los científicos, ha sido ampliado por las informaciones sobre los riesgos que corre quien sufra una transfusión sanguínea, en un país donde el tráfico de bancos de sangre privados es escandaloso.En Brasil, donde los travestidos vivían hasta ahora una época de gran esplendor, la comunidad de los homosexuales, prostitutas y travestidos sufre un asombroso cambio de costumbres. Las aceras y parques que frecuentaban están desiertos. El famoso travestido vedette Roberta ha desaparecido de la primera página de las revistas.

Se extiende la difusión de carteles en los que se sugiere el uso de preservativos. Algunas saunas los pegan a la entrada. Una de las más conocidas saunas de Río ha visto cómo su clientela pasaba de 100 a 25 personas por día.

La psicosis de SIDA ha provocado la reacción de los militantes de la homosexualidad. La ciudad de Belo Horizonte fue declarada, el pasado 30 de julio, "primer territorio mundial de la resistencia homosexual contra la opresión del SIDA" por un movimiento de defensa de los derechos homosexuales constituido en la capital del Estado de Minas Gerais.

El Manifiesto homosexual publicado en esta ocasión califica lo que llaman "manipulación del SIDA" de "terror científico". El índice de abstinencia sexual en el medio "da miedo", e incluso los besos se consideran "peligrosos", constata el líder del movimiento, Edson Nunes, de 39 años.

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