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La agricultura gallega apenas se ha modernizado en los últimos 10 años, como consecuencia de la crisis económica

La agricultura gallega apenas se ha modernizado en los últimos 10 años, y pese a la existencia de experiencias satisfactorias aisladas en el subsector agroalimentario, su funcionamiento es todavía ineficaz y antieconómico. Dicho de otra manera, los criterios económicos no son los que rigen esta actividad, que sigue funcionando bajo principios arcaicos y tradicionales. Baste señalar que la población activa empleada en la agricultura sigue triplicando en Galicia la media nacional, en parte por el hecho de que la crisis económica que se inició en 1973-1974 ha frenado el proceso natural de su paso a otros sectores.

Éstas son, en resumen, algunas de las conclusiones más llamativas del último estudio económico anual que, sobre la agricultura gallega, elabora desde hace 10 años el servicio de estudios de la Caja Rural de Orense, quizá el más importante que se realiza para entender este importante sector de la comunidad autonóma. En este ejercicio, además, el informe se ha visto acompañado de un estudio adicional sobre Diez años de la agricultura gallega, escrito por el economista Gonzálo Fernández, director a su vez de los informes, anuales sobre la agricultura gallega. Estructurado en cuatro apartados -economía internacional economía española, economía gallega y agricultura gallega-, el informe permite analizar la evo lución de esta última dentro de un contexto global mucho más amplio que el simple fenómeno agrícola y que se extiende por un total de 646 páginas. El informe pretende ser sólo una fotografía de la realidad agrícola gallega y en ningún caso aportar soluciones o remedios a la situación. Esto no obvia, opina el autor, que aquel estudioso o gobernante que pretenda buscarlos no dis ponga de datos fundamentales para el conocimiento de la realidad gallega.

Bajas tasas de paro

Dentro de los dos últimos capítulos, las conclusiones del infor me llaman la atención por el hecho de que Galicia, considerada una de las comunidades del Estado español más pobres, tiene la tasa de paro más baja, con sólo un 12,67%, frente al 21,69%. del total de España a finales de 1984 Con todo, la tasa de paro aumentó en tres puntos en un solo año fundamentalmente como resultado de la política de reconversión industrial seguida por el Gobier no central, que afectó duramente a esta comunidad. De todas ma neras, el gran protagonismo del sector agrario impide que las ta sas de paro sean más elevadas en Galicia.Respecto a la estructura de producción final agraria, Galicia es una región fundamenitalmente ganadera, frente a un predominio agrícola en el conjunto nacional. Pero, frente a la CEE, Galicia tiene, en números totales, más agricultores que cinco países europeos -Bélgica, Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda y Holanda- Como dato curioso, esta comunidad autónoma tiene ella sola más empleados agrícolas que un solo país europeo de los grandes, el Reino Unido.

Por cultivos, la agricultura gallega está también desequilibrada, y tal es así que supera la media de la CEE en producción de patatas, carne, leche y huevos. Por hectárea, su producción supera la medía española, pero no sirve para alcanzar dicha media en cuanto a la producción por persona ocupada en la actividad agraria. Si Galicia quisiera parecerse a Europa, la cifra de ocupación agrícola debería descender de 465.000 agricultores en la actualidad a tan sólo 71.996. Esta comparación hace buena la experiencia mundial que dice que a tasas elevadas de población activa agraria siempre corresponde subdesarrollo económico y social.

La actividad agrícola en Galicia se desarrolla, según el estudio, en 91 cultivos diferentes que ocupan 728.639 hectáreas. De ellas, un 89,43% corresponde a secano, un 10,53% a regadío al aire libre y un 0,04% a regadío protegido. Si se incluyen los cultivos forrajeros, la superficie cultivable total asciende a 794.677 hectáreas. Los cultivos de mayor producción son las patatas, el maíz, la uva para transformación, la col y el repollo. En cuanto a ganadería, destaca sobre todo el vacuno, el porcino e incluso la avicultura.

El año 1984 ha sido un buen ejercicio para la agricultura gallega gracias, fundamentalmente, a las buenas condiciones climatológicas. Han aumentado las producciones de cereales, grano, patatas, hortalizas, cultivos industriales, frutas y cultivos leñosos. Han disminuido las producciones de leguminosas grano, cítricos y viñedos. La producción forestal fue en 1983 de 10.249 millones, con una participación del 25%. en el total de la española.

El estudio renuncia a proyectar su análisis sobre lo que,sucederá a la agricultura gallega una vez que España haya entrado, efectivamente, en la Comunidad Económica Europea. "No se trata de eso" , declara su autor, "pero esto no quiere decir que el informe no deje traslucir lo que pueda suceder".Y hablando del futuro, el informe concluye que el sector primario tiene unos 12 cultivoe en expansión, de los 21 básicos que lo componen, mientras que nueve se encuentran en retroceso. Asimismo, existen grandes posibilidades en los cultivos de frutos forestales.

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