Cómo una diligencia fundada en un pueblo de Madrid en el siglo XIX factura hoy 200 millones de euros

La historia de la familia Ruiz discurre casi en paralelo con la evolución del transporte de pasajeros por carretera. Mariano Ruiz, el fundador de la empresa en 1890, empezó con una diligencia que él mismo conducía transportando mercancías entre Madrid y el municipio de Arganda del Rey. Un primer paso que con los años se convirtió en Grupo Ruiz, la actual compañía de transporte de pasajeros.

Ahora en manos de la quinta generación con el treintañero Andrés Ruiz como vicepresidente y con un accionariado 100% familiar, no han sido pocos los que han llamado a su puerta para tentarles con la compra de la empresa. Si embargo, su actual responsable afirma que ellos no buscan ni vender ni incorporar inversores externos. Y es que el sector del transporte en autobús vive un gran momento. Hasta octubre de 2024, ha experimentado subidas de un 11,9%, en transporte urbano y un 12,4% en interurbano, según datos de Asociación Nacional de Empresarios de Transportes en Autocares (ANETRA).

Grupo Ruiz está formado por 21 entidades, entre las que se cuentan cuatro compañías adquiridas (Unauto, que opera en Toledo; Tubasa, en Badajoz; CTM, Cooperativa de Transporte de Marruecos y Auto Periferia, en el oeste de la Comunidad de Madrid). Transporta 94,5 millones de pasajeros al año en sus 1.037 autobuses, de los que 573 circulan por España, 96 en Cascais (Portugal) y 368 en Marruecos, donde su foco es el transporte de personal a fábricas. “Queremos crecer en Portugal y también en Marruecos, un país en el que fuimos de los primeros en llegar y donde estamos desde 2000. También estamos a la búsqueda de nuevos mercados exteriores”, señala Andrés Ruiz.

Con más de 2.800 empleados, de los que 2.200 están en España, en 2023 la facturación de Grupo Ruiz alcanzó los 200 millones de euros. Un 90% de los ingresos se generó en la división de transporte urbano y metropolitano, con un resultado de explotación (ebitda) de 34 millones. El grueso del volumen de negocio llega desde España donde sumaron ventas por valor de 165 millones, 20 millones los obtuvieron por sus operaciones en Marruecos y 15 millones en Portugal.

La previsión de la empresa es que en el ejercicio 2024, recién cerrado, se superen los ingresos del año anterior. La compañía tiene en marcha un plan estratégico hasta 2028, en el que se contempla la presentación a los numerosos concursos en transporte urbano y metropolitano que se esperan en estos años. “Queremos aprovechar estas oportunidades, estar en el de Madrid y en el de otras ciudades como Ibiza o Santiago de Compostela. Todo el panorama nacional se está licitando y Ruiz quiere estar ahí”, afirma con rotundidad su vicepresidente ejecutivo.

Para conseguirlo, además, han dado un paso importante. La aparición en el escenario urbano de alternativas al transporte tradicional como bicicletas, patinetes o vehículos de alquiler sin conductor, ha hecho, según Ruiz, que los operadores clásicos tengan que reinventarse si quieren competir. “Es posible que el vehículo privado esté llamado a desaparecer, pero el transporte colectivo siempre será necesario”. Un contexto que propició el lanzamiento en 2020 de la aplicación Minits, un modelo de transporte de alquiler, híbrido entre coche y moto, que empezó en Badajoz y que ahora también está en Zaragoza, con una flota actual de 291 vehículos, “porque el usuario actual tiene necesidades distintas”.

También han querido darle una vuelta a los viajes de autobús con Busme, un tipo de línea personalizada que, desde 2022, opera en Badajoz y está en fase de pruebas en Toledo y Murcia. “¿Por qué pasar por una parada en la que nadie sube o baja? ¿Por qué no juntar las necesidades de los usuarios en un servicio para que sea accesible y cómodo, como en una ruta nocturna con menor demanda donde incluir paradas específicas?”, se pregunta Ruiz. Una opción de transporte a medida que pretende optimizar trayectos y ganar en la seguridad de los pasajeros. “No es válido para servicios de alta demanda como Madrid en hora punta y tampoco es solo para la España vaciada. Se puede aplicar en cualquier servicio que no sea masivo”, añade.

Distintas vías y posibilidades que confluyen en el objetivo de construir un sector sostenible; una apuesta en la que Grupo Ruiz quiere ser caballo ganador. Conforme a las normas de la UE, a partir de 2035 todos los autobuses urbanos nuevos tendrían que ser de emisiones cero, pero a partir de 2030 tendrán que bajar éstas en un 45%. Una fecha a la que el grupo no ha esperado. Según el directivo. en 2019 fueron los primeros en introducir vehículos eléctricos que ahora se cifran en más de 100. En 2023, invirtieron 30 millones en renovar la flota y este año prevén otros 30 millones y cuatro más para las plantas de carga. Una sostenibilidad que, de momento, solo se refleja en España con el 80% de su flota de gas o eléctrica, con ciudades como Salamanca o Murcia con el 100%, o Toledo o Mallorca rozando este porcentaje. Mientras, en Marruecos, los autobuses diésel siguen recorriendo sus carreteras. Portugal aparece en sus próximos planes de electrificación.

Diversificación

Grupo Ruiz parece que ha encontrado en la diversificación una alternativa más para impulsar el crecimiento. Así, el directivo manifiesta la intención de entrar en el negocio del ferrocarril de cercanías. “Parece que se liberará en 2026 y nos estamos preparando para llegar con solvencia”. Un sector en el que algunos de sus competidores como la compañía de autobuses Alsa han tomado posiciones —opera con trenes turísticos y da servicio comercial de mercancías—.

En paralelo, tiene otros frentes abiertos con los que quiere coger impulso. Desde 2023 participa en el proyecto Inspira Madrid, para generar y distribuir hidrógeno verde para que tanto los autobuses como otros vehículos puedan usarlo. Con una inversión de 20 millones de euros, el grupo trabaja junto a Madrileña Red de Gas y FRV (compañía de desarrollo de energía renovable propiedad del fondo árabe Abdul Latif Jameel). Entre sus objetivos está la construcción de un electrolizador en la zona noroeste de Madrid y de cinco hidrolineras, repartidas por la región, que se prevé entren en funcionamiento en 2026. También están inmersos en un proyecto de generación de biometano.

Otro de sus pilares es la apertura de estaciones de servicio de recarga eléctrica para flotas de empresas en breve y probablemente para coches privados en un futuro más lejano. “Tenemos 70 puntos de recarga para eléctricos que de momento usan nuestros autobuses, pero puede que en 2025 abramos a terceros”, concluye Ruiz.