De 'novísimos' a 'generación de los setenta'
Un curso en la Menéndez Pelayo revisa la poesía española actual
La aparición, en 1970, de la antología Nueve novisimos, de Josep Maria ,Castellet, que desde entonces ha sido muy discutida, supuso un revulsivo en el panorama poético español. Castellet cerraba definitivamente el círculo de la poesía social. La antología de Cástellet ha servido de base para una serie de discusiones sobre la poesía española actual que han tenido lugar en un curso celebrado esta semana en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander. Los participantes prefieren hablar de generación del setenta y no de novisimos.
El poeta Luis Antonio de Villena anunció en Santander su intención de publicar una nueva antología que reúna a los poetas jóvenes más importantes, los postnovísimos. Villena ha dirigido el seminario Tradición y modernidad. Una aproximación a la estética `novísima', que terminó ayer en la Universidad Menéndez Pelayo.Los poetas Marcos Ricardo Barnatán y Antonio Colinas indicaron que "algo malo sucede cuando a estas alturas no tenemos claro los nombres de los poetas postnovísimos". Los participantes en el seminario que prefirieron el término generación de los setenta al de novísimos, criticaron la no inclusión de muchos autores en la antología de Castellet.
La superación del marco estrecho de un movimiento renovador convertido en clásico por Castellet y su libro fue puesta de manifiesto también por el premio nacional de literatura Antonio Colinas. Éste califica el término novísimo de periclitado. "Es una definición", añade, "que tiende a usarse desde fuera", mientras que entre los integrantes de la generación, aunque conscientes de la existencia de numerosos nexos de unión entre ellos, son más las diferencias existentes en función de trayectorias e historias personales y estilísticas muy determinadas. De Villena insiste en este mismo tema al afirmar que, aun existiendo poesías diferentes, tod as cuentan con un trasfondo común: la renovación que supuso y el cambio introducido en la poesía española al principio de los años setenta, y sin el cual "no se escribiría como ahora".
Dos etapas del movimiento
La vista atrás, la panorámica, la revisión y recopilación de la historia de los novisimos ha tenido en cuenta las dos etapas claramente diferenciadas del movimiento. La ausencia de Pere Gimferrér, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix, Manuel Vázquez Montalbán, Guillermo Camero, Leopoldo María Panero, Ana María Foix y Antonio Martínez Sarrión -ocho de los nueve noiísimos- impidió un debate que hubiera tenido como contrapartida la presencia activa de José María Alvarez -el único novisima presente-, Colinas, De Villena, Marcos Ricardo Barnatán, Juan Cueto, el catedrático de literatura en el Hunter College de Nueva York, José Olivio Jiménez, y Rosa María Pereda y Luis García Montero, entre otros, que sí estuvieron.
A lo largo del seminario, los participantes analizaron lo que supuso en su momento la.aparición de la denominada nueva estética: cuyos representantes fueron los novísimos, que supuso una ruptura total con la poesía anterior, recuperando el uso de un estilo barroco y preciosista. Una re novación que, como apunta Colinas, significa un reencuentro con lo clásico para desmitificarlo y liberarlo de "ese tufillo académico, cadaverista y retrógado con el que normalmente se nos presenta". Se refirió a lo clásico como . una aspiración- hacia lo sublime, lo interno, lo bien hecho, que por tanto no puede decirse que pertenezca a un tiempo concreto, sino que adquiere un carácter intemporal". Ciertos autores de la poesía última o novisima, señala Colinas, "han vuelto a conectar con esa corriente fértil, y, en consecuencia, se aviva la esperanza poética".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.