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Historiadores reunidos en la universidad Menéndez Pelayo en La Coruña invitan a revisar la figura de Casares Quiroga

La necesidad de revisar la figura de Santiago Casares Quiroga y su aportación a la vida política española es la principal conclusión de un seminario de la universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en La Coruña, ciudad natal del que fuera jefe del Gobierno de la República en el momento de la sublevación militar de 1936. Los historiadores reunidos, entre ellos Tuñón de Lara, Javier Tusell, José Antonio Durán y Xosé Ramón Barreiro, desarrollaron varios aspectos de la personalidad del republicano gallego, "una de las figuras peor estudiadas y más injustamente tratadas por la historiografía española", según José Antonio Alonso, vicerrector de la UIMP y director del seminario Santiago Casares, Galicia en la Il República.

Tuñón de Lara calificó a Casares Quiroga de "figura destacadísima, con sus virtudes y defectos, de la historia reciente de España, a la que no se puede enterrar en la animosidad de quienes buscan constantemente chivos expiatorios en los desastres nacionales". José Antonio Durán se refirió a la necesidad de "reponer la figura de Casares Quiroga frente a ataques no fundamentados, como los de Castelao".Xosé Ramón Barreiro criticó las tesis históricas sobre el supuesto antinacionalismo de Casares, sostenido por Castelao, y defendió la "coherencia política" del jefe de Gobierno republicano "frente a estereotipos que no concuerdan con su trayectoria".

"Casares Quiroga", señaló Xosé Ramón Barreiro, "tenía como objetivo fundamental el establecimiento de una República democrática y todos los demás temas, incluyendo el autonomismo, eran para él secundarios".

Para José Antonio Durán, otro de los historiadores que participaron en el serninario, "pocos políticos han tenido una trayectoria más clara". Durán se refirió a la vinculación de Casares al movimiento agrarista de Solidaridad Gallega y su "defensa generosa, casi siempre gratuita", de los sindicalistas procesados por la restauración o la dictadura de Primo de Rivera a consecuencia de los movimientos huelguistas.

Estratega equivocado

Sobre la posible ineptitud de Casares Quiroga al quedar desbordado por los acontecimientos del 18 de julio de 1936, Tuñón de Lara afirmó que el jefe de Gobierno de la República "no vivía en la inopia como muchos piensan y tantos historiadores han dicho. Tenía una estrategia, aunque equivocada, para detener el golpe militar que sabía iba a producirse". Casares, según el historiador, confiaba que la Marina, leal a la República, pudiese impedir el paso a la península de las tropas sublevadas en África.Uno de los objetivos del seminario era estudiar desde diferentes puntos de vista la compleja personalidad del fundador de ORGA, definido por José Antonio Durán como "un señorito elegante y adinerado de La Coruña", sobre todo teniendo en cuenta el vacío documental sobre su figura.

Acusado de dilentantismo y frivolidad por Gil Robles y otros políticos conservadores, Casares hizo gala de una "ironía hiriente y altiva", unida a un "humor rápido propio de una persona de gran cultura", afirmaron Victoriano Fernández Asís, Isaac Díaz Pardo y Valentín Paz Andrade, quienes participaron en una mesa redonda en el seminario, en su calidad de amigos personales del político. Esta semblanza de la personalidad de Casares fue completada por el historiador Alberto Valín, que analizó las relaciones "confusas y negligentes" con la masonería del protagonista del seminario.

El "encarnizado olvido" de la historiogralla española hacia Casares Quiroga tiene un claro ejemplo en la ausencia de su hoja de inscripción en el Registro Civil de esta ciudad, arrancada en 1937, por orden de José María de Arellano, entonces titular del Gobierno Civil de la provincia.

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