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BRICOLAJE

Sólo para Robinsones

O para quien intente emular a Tarzán en la encina de su jardín

Antes de encontrar la cueva adecuada, del mismo modo que hizo Robinsón Crusoe, es necesario protegerse de los peligros de la jungla. ¿Qué tal la casa sobre un árbol hasta que llegue la estación de las lluvias?En primer lugar, bien desarrollados, para que el ramaje no sea demasiado tupido y sea, sin embargo, fuerte para soportar el peso. El ideal es encontrar tres o más árboles que crezcan próximos, separados todo lo más unos cuatro metros. La primera operación es subir para colocar, si es preciso, una escala y empezar, cuerda en mano, a apartar las ramas que ocupen el espacio pensado para la casa. El lugar adecuado para ella es uno donde haya varias ramas fuertes de los árboles que queden al mismo nivel más o menos, ya que se van a usar como soporte de los troncos principales de la casa. Ya que el árbol nos va a alojar hospitalariamente, hay que tratar de no cortarle ramas, sino simplemente doblarlas hacia los lados o hacia arriba. De esta manera sirven además de paredes o techo que nos proporcionen sombra. Para atar las ramas ligeras, usar pita de cáñamo, una cuerda barata y resistente que se vende en rollos.

Una vez hecho el espacio necesario, hay que disponer los troncos o tablas que nos sirvan como estructura base para la plataforma que es el suelo de la casa. Estas han de ser las piezas más resistentes de la casa. Se pueden conseguir fácilmente viejos tablones de obra, postes o árboles talados, asegurándose de que no están carcomidos.

Subir los troncos/tablones a los árboles, colocándolos en las horquillas que forman las ramas fuertes con los troncos de los árboles, y asegurando la unión con amarres fuertes (esta vez con soga fuerte de cáñamo o nailon). Se puede usar el amarre en aspa o el cuadrado, indistintamente, eligiendo el más cómodo según la posición de las piezas. Para empezar y terminar los amarres, un buen nudo es el ballestrinque, fácil de hacer y muy seguro.

Si sólo se dispone de un árbol para la casa, hay que elegir un punto de donde partan varias ramas más o menos en el mismo plano. Los troncos base de la plataforma van entonces formando un cerco alrededor del tronco del árbol. Para que queden al mismo nivel, a veces es necesario hacerles unas muescas en las intersecciones con un hacha, de modo que encajen.

El paso siguiente es hacer la superficie de la plataforma. Ahora sí se pueden usar clavos, disponiendo troncos de menor sección o tablas sobre los troncos o tablas de la estructura base. Es útil y divertido hacer una trampilla para poder luego subir y bajar cosas (o personas) a la casa. Para hacerla, basta unir con dos travesaños una serie de tablas o troncos de los que forman el suelo, que se dejan sin clavar a los troncos base. Así se pueden separar, funcionando como trampilla.

Las paredes se pueden hacer entrelazando las ramas de los árboles y atándolas con ligadas de pita, y añadiendo nuevas ramas que las hagan más tupidas. Para hacerlas más cerradas, atar un par de tablas horizontales de árbol a árbol, una a ras del suelo y otra a la altura del techo, clavando después a ellas verticalmente las tablas que formen las paredes. Por el mismo método se puede hacer el techo.

Para que la casa sea fetén, lo suyo es hacer una escala de cuerda, especialmente si no hay suficientes ramas en los árboles para trepar por ellas. Hay que conseguir una cuerda fuerte, de cuatro cabos a ser posible, y el número suficiente de peldaños de madera fuerte y sana, en los que se tallan dos hendiduras cerca de los extremos que no profundicen más de 1 / 4 del grueso de la madera. Abrir la cuerda retorciéndola en el sentido adecuado, y meter el peldaño dejando dos cabos de cuerda a cada lado. Asegurar, con una ligada por encima y otra por debajo, que la cuerda no se abra. Recordar que por las escalas se sube de lado y no de frente, para no hacer demasiado el mono.

... Aunque también se puede llegar a la casa volando, colgado de una liana.

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